Desde que comencé a follar con mi madre no paramos hasta tener 4 hijos - Relatos Eróticos

Desde que comencé a follar con mi madre no paramos hasta tener 4 hijos

Cuando tenía 16 años comencé a tener gustos hacia mi madre, ella me tuvo muy joven, siendo menor de edad, a los 14 años para ser específicos, mi padre tenía 16 en ese entonces, tuve suerte de nacer sano y en una familia acomodada, mis abuelos me cuidaban mientras mis padres estudiaban.
Como dije, al cumplir 16 años empecé a ver a mi madre de una forma distinta, era una mujer de 1.65, algo de 55kg. Pechos grandes, trasero redondo y levantado, blanca, cabello castaño, una mujer que no aparentaba tener 30 años, empecé a espiarla y a masturbarme pensando en ella, pero todo paró cuando cumplí 17, pues ahí no me masturbaría más pensando en ella, cada que pensara en ella tendría su culo levantado hacia mí para follarla sin parar.
Fue una tarde en donde mi padre que era un gerente general de una gran empresa, se fue por 5 días a otra ciudad a revisar un edificio que estaban construyendo, él era un hombre de estatura baja, 1.60, pero era casi perfecto, casi… Cuando no trabajaba se emborrachaba sin ningún motivo, solo tomaba, también la tenía pequeña, es cierto que la verga no siempre debe ser grande pero para mi madre era esencial, una buena verga para ella era vida, vivía con mi padre por mí y porque la mantenía, el tema es que me quedé a solas con mi madre, ella tiene brontofobia, fobia a los rayos y relámpagos, por ello vivimos en una zona en la cual nunca hay tormentas, pero como si fuese destino justo ese día mi padre se va, esa noche mi madre pidió que la acompañara a dormir, ...

... mi padre me llamó y me dijo que cuidara de mi madre, vaya si lo hice, mucho mejor que él, me eche junto a ella, yo solo vestía con un bóxer por el calor que hacía, mi madre llevaba solo lencería, comenzó a tronar más fuerte y ella a abrazarme, la sentía temblar, pero también su cuerpo, metió una de sus piernas entre las mías y la otra por encima, esto hizo que mi verga sintiera su vagina, ella notó que se me había puesto dura, ella me miró y por propia inercia comenzamos a besarnos.
Después de unos segundos de besos intensos ella me alejó diciendo que estaba mal, pero yo la ignoré y me quité el bóxer, ella vio mi verga, me miró a los ojos y comenzó a chupármela, estuvimos con juegos previos, ella chupándomela y yo chupándole los pezones y toda su vagina, después de 10 minutos yo no resistía más.
Cogí de las piernas a mi madre y la traje hacia mí, ella me miro y me preguntó “¿Estás seguro de esto?” yo la miré determinado y de un solo golpe metí parte de mi verga, ella dio un grito de dolor y placer, trataba de meter toda mi verga, pero solo entraba 3/4 de esta, a medida que pasaban los minutos entraba más, después de media hora follando ella al montarme hizo un sentón con fuerza el cual hizo que mi verga entrara por completo, ella seguía gritando y gimiendo, estuvimos toda la noche cogiendo, con sus gemidos no se escuchaban los truenos y rayos.
Por la mañana despertamos con otra follada y durante todos los días que papá no estuvo no dejé ni por un solo instante el culo de ...