1. Luis, Jacobo y un verano 29 Rufo resulta un semental increíble


    Fecha: 19/07/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    El curso había finalizado para Jacobo y para mí, con notas suficientes para despreocuparnos durante el verano, aunque debía dedicar un tiempo a los idiomas, sobre todo al francés que era el que peor dominaba, el inglés se me daba mejor. Bruno y Julio tenían aún unos veinte días para preparar el acceso a la Uni y pasar los exámenes. Nos íbamos a quedar en la ciudad retrasando las vacaciones y esperar a que terminaran los futuros universitarios. Todo cambió al invitar Felipe a mi primo para pasar unos días con él y su familia, sin analizar el motivo nuestro amigo lo era más de Jacobo que mío. Quedé solo y decidí adelantar mi viaje a la haciendo y esperar allí a que el resto se fuera incorporando. Ese fin de semana mis padres me llevaron, así aprovechaban para ver a los abuelos. El viaje lo hicimos tranquilos, íbamos los tres solos, Julio se quedó con Bruno y al cuidado de Carmen hasta que mis padres volvieran. Mamá me dejó su lugar, según ella para que me fuera acostumbrando a lo que era un coche, Julio y Bruno tomarían sus clases en el verano para lograr su codiciado carnet de conducir, ellos me llevaban ventaja por sus excursiones con quad el pasado verano además de que conducían la ranchera dentro de los terrenos de la hacienda. Me hizo ilusión el que mamá me cediera su asiento cuando, hasta ahora, siempre era a Julio al que se lo ofrecía. Resultó doloroso el encuentro con el abuelo, verle tan derrotado físicamente aunque su mirada seguía siendo imperiosa y de mando. Los ...
    ... dos días pasaban rápidos, pero fueron suficientes para darme cuenta de que el dolor del abuelo no era el sentirse inválido, parecía como si fuera su honor el que estuviera empañado, le notaba sufrir cada vez que Rufo le cogía en sus fuertes brazos para meterle en la cama o llevarle al baño, no admitía el que las mujeres que ayudaban a María le bañaran y era Rufo el que lo hacía. Qué extraña pareja formaban, el que había recibido el daño en el pasado, devolvía cariño y atenciones, y eso ofendía al abuelo. El domingo quise dar un paseo en caballo y Rufo se preocupo de ir conmigo a las cuadras y ensillarme a Rocío, ofrecerme la mano para colocar mi rodilla y alzarme. Marcos debía tenerle un gran respeto, se mantuvo aparte aunque provocador como era él y en su pose preferida. Hacía calor y dispusieron la mesa en la galería cubierta del patio, les escuchaba atentamente analizando las palabras. Si Julio conseguía la nota suficiente iría a León para hacer Ingeniería Agrícola, Rufo que comía con nosotros parecía estar de acuerdo con lo que mis padres y el abuelo decidían. De nuevo volvían a dejar que mi abuelo dirigiera la vida de los demás, en este caso la de su hijo. Parecía que lo tenían todo decidido sobre la vida de Julio. Hablaron indirectamente de Bruno, en este caso haría lo que tenía decidido, iría a la Universidad de los Jesuitas en Bilbao, un centro privado para estudiar Ciencias Empresariales. Mis padres marcharon y ya no volverían hasta que Julio y Bruno hubieran terminado ...
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