1. Desflorada a los 37


    Fecha: 18/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy profesora de Educación física, casada, tengo 37 años, físico muy bien cuidado. Mi esposo Benjamín, es empresario y viaja permanentemente. Mi único hijo Martín de 16 años bien parecido, físico esbelto y mejor dotado que su padre, es mi companía casi permanente. Nunca se me habría ocurrido tener sexo con mi hijo, hasta que una noche, permanecí en el líving haciendo zapping en tv, hasta que encontré una película porno, me serví un martini y la miré con atención. Realmente la película provocó en mí un deseo de tener sexo, mi esposo no estaba y mi hijo dormía. Subí a su habitacion, ya desnuda, el dormía plácidamente boca arriba, únicamente con boxer, se lo saqué y comencé a practicarle sexo oral, cuando se puso ercta, me llenó la boca, era inmensa, él se despertó y no entendía nada, de inmediato lo monté, su tremenda verga se enterró en mis carnes, apenas la sentí tuve mi primer orgasmo, el comenzó a besarme los pechos, me dio vuelta y comenzó a hacerme suya, acabé infinidad de veces, era la locura, cuando él llegó al clímax, la sacó de mi vagina y me acabó en toda la cara, chorros de su sémen cubrieron mi rostro, los dos quedamos exhaustos, yo volví a mi dormitorio, me duché y me entregué al sueño. Al día siguiente me despierto, mi hijo desnudo me hace bajar de la cama, me arrodilla y entierra su tremendo pene en mi boca, me dijo: Te vas a hacer una reconstrucción y rejuvenecimiento vaginal, te quiero vírgen para mí, te voy a desflorar porque sos mi putita. Juntos fuimos ...
    ... al especialista, él eligió la reconstrucción del hímen con mas resistencia, quiero que grites y sangres como una perra me decía. Desde hace tres meses que no tengo sexo con mi marido, resérvándome para mi hijo y cuidando los resultados de la operación. Mi esposo viajó esta tarde por una semana y en un momento regresa mi hijo. Estoy vestida únicamente con una cola less, que la compró él. La puerta se abre y Martín ingresa desnudándose, me arranca mi único atuendo con los dientes, mi tira sobre el sillón y su lengua juega con mi clítoris, chorros de mi leche llenan su boca, me siento desvanecer, intentan meter su lengua en mi vagina, está muy estrecha, la siento muy firme y comienzo a temblar, el abre mis piernas, juega con su pene sobre mi vagina, lo siento inmenso, tengo ganas que me penetre y a la véz tengo miedo, mi nuevo hímen está muy resistente, ve un brillo en sus ojos, me baja del sillón al piso, intenta penetrarme y no lo logra, un grito de dolor invade el comedor, gotas de sangre manchan la alfombra, el se tira de espaldas sobre el piso, yo lo cabalgo, me dice que juguemos, sostengo su verga con mi mano, en un momento el me toma de las manos y un fuerte envió hacia arriba, hace que sienta rajarse mi hímen, toda su verga estaba dentro mío, la sangre y el sémen corrían sobre su pene y testículos. En un momento él me da vuelta, pone mis piernas sobre su hombro y me penetra con profundidad y me dice la frae que cambió mi vida: Esta semana es de entrega, desfloración y ...
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