1. Mi excitación aumenta sólo con esa visión


    Fecha: 17/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Raul40, Fuente: CuentoRelatos

    Era tarde, me encontraba desperezándome en la cama cuando escucho el agua de la ducha correr, tal como me encontraba totalmente desnudo me dirijo al cuarto de baño, desde el marco de la puerta observó una de las mejores visiones que se puede tener al despertar, mi mujer se encontraba bajo la ducha con su piel brillante, el agua arrastrando la espuma, sus pechos erguidos, redondos, coronados por unos pezones perfectos de algo más de un centímetro, que supongo que a causa del cambio de temperatura estaban en su máximo esplendor.
    
    Ella con una maquinilla de afeitar en una mano se repasaba su zona íntima, yo estaba hipnotizado viendo esa imagen tan sexual, a cada pasada de la cuchilla después con los dedos de la otra mano comprobada el resultado, al notar la inexistencia de ningún vello, con la alcachofa de la ducha retiró el resto de jabón, dejando a la vista unos labios vaginales con el aspecto de una veinteañera, suaves, deseables, jugosos, asomando entre ellos levemente los pliegues de su interior y su clítoris.
    
    Mi miembro ante tal espectáculo estaba como una roca, con la cabeza hinchada, con tonos morados y empezando a segregar líquido preseminal.
    
    Mi excitación sigue aumentando al verla lavar su pelo, levantado sus brazos, provocando este gesto que se elevarán aún más sus pechos.
    
    Ya no podía resistirme más, sobre todo cuando se giró y puso ante mi ese culo de infarto, creo que se dio cuenta de mi presencia e intentaba provocarme más aún, con la excusa de recoger ...
    ... el bote de champú se agachó hacia adelante sin doblar las rodillas, esa imagen ere tremenda, ver ese culo que es mi pasión, y su vagina rasurada asomando entre la abertura de sus muslos, iba a conseguir que me corriera sin tocarme.
    
    Ya mi deseo era mayor que mi cordura, entre en la ducha, la giré y mirándola a los ojos la besé, la atraje hacia mi quedando mi miembro apretado contra ella, su pecho contra el mío notando la dureza de sus pezones intentando traspasar mi piel, con ambas manos agarre los cachetes de su culo, la apreté tanto que si seguía así nos fundiríamos en un sólo cuerpo.
    
    Sin dejar de besarnos llegamos a la cama, no pronunciados ninguno de los dos palabras, no quería que se rompiera ese silencio que decía mucho más que ninguna conversación. La tumbe en la cama, con las yemas de mis dedos y mis labios recorrí su cuerpo, quería aprendérmelo, hacer en mi mente un mapa del mismo, intentar encontrar alguna imperfección si es que la había, y que hasta el momento mis ojos no encontraban.
    
    Su olor inundaba mis sentidos, no era a jabón ni a perfume, era olor a ella a su sensualidad.
    
    Mis besos se fueron dirigiendo a su entrepierna, el calor que emanaba era bastante superior al resto de su cuerpo, lo bese tiernamente, suave, dejando que notara mi respiración en el mismo, ella abrió con sus dedos su vagina, dejando ante mis ojos unos pliegues rosados aterciopelados, brillantes y húmedos, acerque mi lengua a esa manjar, dibujando con la punta su forma, a la vez que ...
«12»