1. El esclavacho caliente


    Fecha: 24/07/2017, Categorías: Confesiones Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    ... comencé a besarle el culo y bajar decididamente mis besos por sus piernas hasta llegar a sus pies besándoselos.
    
    Llorando, comencé a gritarle que había ya conseguido de mí hacerme lo que de mí había dicho hacerme, y que yo ahora no era más que un esclavo suyo y que podía darse el gusto de hacerme todo lo que quisiera, y que mi orgullo ya no existía en mí y que ella... era ahora mi dueña absoluta.
    
    Soltando las carcajadas mi hermana saltaba frenéticamente feliz aplaudiendo y golpeando sus palmas en sus piernas mientras saltaba como alocada, y procediendo a agarrarme y arrancarme la ropa a tirones hasta dejarme completamente desnudo así poseído yo en excitación sexual donde mi erección mostraba la exageración de mi calentura, largó ella un grito de sorpresiva exclamación viendo la dimensión de mi pene en despampanante erección asnal, y soltando las carcajadas, comenzó a darme una soberana paliza con un cinto que había allí a su alcance, diciéndome que esa paliza sería el preámbulo de las cosquillas y pajas que seguidamente sobre mí vendrían.
    
    Los cintazos que mi hermana me propinaba así completamente desnudo me hacían arrancar gritos que delataban una mezcla erótica de sufrimiento e innegable placer que mi hermana festejaba con las más estridentes carcajadas, mientras me azotaba con frenética velocidad y fuerza.
    
    Era el comienzo bautismal de una relación que ya era realidad entre ella y yo. Ahora, yo era el esclavo caliente y ella mi dueña absoluta.
    
    Mis gritos de ...
    ... dolor y placer entreveraban esa cosa masoquista que ya era realidad en mí, y una dicha monstruosamente invasora y avasallante me dominaba entero disfrutando lo que mi hermana me hacía. ¡Cómo se reía ella!!! Aquel fino cinto subía y bajaba sobre mi desnudez con velocidad y fuerza alocada en las manos de ella azotándome sin piedad, y una oleada repetida de placer inaugural dominaba mi flamante masoquismo entregado por completo a ella.
    
    Por fin cansada de azotarme, jadeante y feliz, me atrapó para llevarme hasta la cama donde me arrojó con fuerza, para lanzarse encima mío comenzando la más atroz manoseada cosquilleante que arrancaba de mí desesperaciones y gritos pataleando desesperado debajo de ella así torturándome ahora. Desnudo por completo yo y con mis carnes ardientes por la paliza recibida de ella, y caliente en eroticidad monstruosamente atroz, era ahora el objeto de sus manos cosquilleándome y atrapándome el chorizo al que comenzaba ella a masturbar haciéndome entrar en eclosiones de alocado placer disfrutando en una loca mezcla de sensaciones múltiples que me tenía prisionero en ellas.
    
    -"Soy tuyo, soy tu esclavo, soy tuyo, tuyo, tuyooooo!" Gritaba yo mientras ella reía soltando las carcajadas y mi verga comenzaba a escupir tremendos chorros como interminables de leche cremosa y abundante saltándome lejos para ella largarse todavía más fuerte las carcajadas, que mezclaba con gritos y alaridos de grotesca algarabía gozosa. To... era un gemir y suspirar y gritar poseído ...