1. Con el quiosquero


    Fecha: 24/07/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    Es aquí cerca, dijo el quiosquero mientras íbamos andando subiendo por la calle que va desde la iglesia de San Pedro de Mezonzo a la estación de ferrocarril.
    
    Mientras íbamos andando me fue preguntando como me llamaba, cuantos años tenía, si vivía por allí cerca, etc. etc. etc. El al parecer estaba soltero, y vivía desde hacía varios años solo, había muerto su madre y desde esas, vivía solo.
    
    Antes de llegar a dicha estación, dijo el quiosquero, aquí es donde vivo, parándose en el portal de una casa vieja de 4 plantas. Abrió el portal pasando ambos.
    
    Subimos hasta el primer piso, y allí volvió abrir la puerta, ahora era la del piso donde vivía el quiosquero.
    
    Abrió la puerta, pasando él primero, encendió la luz del pasillo, me hizo pasar, luego cerró la puerta pasándole la llave la cual dejó colocada en la puerta, llevándome luego hasta la sala donde estaba la televisión. Ven siéntate donde quieras y ponte cómodo.
    
    Iban dar las 10 de la noche, era noche cerrada ya que estábamos a mediados de octubre, aunque todavía no solía hacer frío, pero los días se iban acortando. Quieres beber algo, me preguntó el quiosquero.
    
    Me encogí de hombros, diciéndole que me daba igual. Lo que yo estaba deseando era que volviera a darme por el culo, ya estaba excitado y caliente de nuevo, y ardía en deseos por ser follado de nuevo. Además, me había gustado la polla que tenía el quiosquero, era larga y delgada como me suelen gustar, y al hijo de puta no se le había apenas desinflado ...
    ... después de haberme follado y dejarme preñado con su corrida.
    
    Fue a la cocina, trajo un par de cervezas, las abrió, me pasó una para mí, junto a un vaso. Toma que hay que beber algo, si no vas a acabar conmigo, me dijo sonriendo.
    
    Me puse a beber al igual que él, mientras tanto él encendía la televisión, conectaba el vídeo, e insertaba una cinta en él.
    
    Cuando se empezó a reproducir, pude ver que se trataba de una película porno gay.
    
    Así nos entonamos, dijo el quiosquero sentándose a mi costado derecho.
    
    Nada más empezar la película, se veía un cachas rubio bañándose bajo una cascada de agua en pelota picada, el tío estaba imponente, tenía un rabo impresionante, y por supuesto ya estaba bien empalmado el cabrón aquel. Luego se vio como se acercaba un mulatito, se quedaba observándole, y de pronto empezaba a desvestirse. Joder, si el rabo del rubio era impresionante, el del mulatito, era descomunal. Se metió en la cascada junto al cachas rubio, y ya empezó la función, se abrazaban, morreaban, el rubio le comía la polla al mulato, hasta que esté lo puso mirando a Cuenca, y le largó aquel pedazo de rabo por todo el ojete.
    
    En esas yo ya estaba a tope, estaba tan pero que tan excitado, que me volvería a correr si aquello seguía así. No paraba de relamerme deseando que el quiosquero empezara a desvestirme, y me enchufara la polla en el culo.
    
    Pero el con una sonrisa en la boca, me acariciaba la pierna, mirando como yo no quitaba la vista a la película. El muy cabrón ...
«1234...»