Una obsesión - Relatos Eróticos

Una obsesión

Estuve casado por 4 años, fue un buen matrimonio, pero al final decidimos terminarlo, habiendo dicho esto en el transcurso de esos 4 años tuve la suerte de conocer a la sobrina de quien fue mi esposa, debo confesarlo desde que la conocí quice tener sexo con ella, llamen lo obsesión o perversión ya que ella era mejor de edad en ese momento, díganle como quieran, sin embargo el hecho inequívoco era que quería verla desnuda, quería tocar sus pechos en formación, quería lamer su vagina e introducir mi pene en ella, quería darle con todo y sentir como mi semen caliente llenaba el interior de su coño. Como dije estuve casado 4 años en los cuales fantaseaba con ella mientras hacía el amor con mi esposa. Pero nada pasó, no voy a negar que yo le pedí fotos desnuda, ella me dijo que no aunque tampoco me delató, sólo una vez mencionó algo de eso, pero nadie le hizo caso, me sentí mal por ella, por que nadie le hiciera caso, entonces decidí dejarla en paz. Cuando me separé de mi esposa como al año siguiente por eventos inesperados ella y su madre, mi excuñada, vinieron a mi casa unos días, yo nunca fui de tomar, pero si tenía una gran colección de licor y modestia aparte, soy muy bueno en la elaboración de cócteles. Bueno resultó que ambas madre e hija y me incluyo salieron buenas para beber licor. Y mi interés por mi ex sobrina volvió, ella ya era mayor de edad así que me dije: ¿Por qué no? Bueno, otro revés pasó supuestamente ella era bisexual, pero en secreto me dijo que era ...

... lesbiana, la madre no aceptaba que ella fuera cien por cien lesbiana, decía que era bisexual para que su madre no arremetiera contra ella. En fin. Hací pasaron muchos meses, hasta que cansado de que mis indirectas no fueran correspondidas hice un pequeño agujero en la pared del baño, lo suficiente como para ver a quien se bañara, para ese momento mi ex sobrina tenía la costumbre de quedarse en mi casa 1 semana entera. Entonces fue la primera vez que la vi desnuda, casi me riego con solo verla, a mi me gustan las mujeres delgadas y ella era todo lo que me excitaba en una mujer, sus pechos tenían (tienen) el tamaño perfecto tan grandes como para entrar en mi mano y tan pequeños como entrar en mi boca, vaya que me gusta lamer los pezones de las mujeres, y esos pesones grandes firmes y de color marrón casi rojos, una cintura perfecta, un abdomen plano y la vagina, la vagina era lo mejor, esa vez que la vi debí haberlo sospechado, no tenía ni un cabello púbico, estaba perfecta y el color, el color era lo mejor ligeramente rojo como los pezones, estrecho, liso, mi pene estaba a reventar... entonces dijo mi nombre, ella me llamó y si mi corazón estaba acelerado antes ahora quería salir por mi garganta, ella ya se había bañado, y era la segunda vez que decía mi nombre, contesté reteniendo que se quebrara mi voz, me pidió que le llevara un vaquero (pantalón de mezclilla o jean cono también se les conoce) que ella había dejado en la recámara donde dormía, fui lo tomé y llegué a la puerta del ...