1. Soy fácil desde niña


    Fecha: 10/07/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hoy soy mayor de edad, y estoy segura que nací fácil para dejarme coger.
    
    Aún recuerdo mi primera penetración cuando tenía 11 años con mi vecino de 14 años, lo recuerdo como si fuera sido ayer, cuando en las escaleras del edificio como casi siempre nos reuníamos a platicar y a jugar.
    
    Un día tocamos el tema de nuestros padres divorciados y que ambos vivíamos con nuestras respectivas madres.
    
    El me preguntó si yo había visto a mi mama dormir con otro hombre, yo le respondí que en una ocasión, aunque había sido en varias ocasiones y con diferentes hombres y que los gemidos y el rechinar de la cama me despertaban muy seguido.
    
    Le pregunte y tú, el me respondió que también, pero que el por lo que escuchaba, había aprendido como hacer feliz a una mujer.
    
    Ingenuamente o quizás no, le respondí que como con solo el escuchar había aprendido como hacer feliz a una mujer.
    
    Me dijo para demostrártelo, tienes que prometerme que no nadie lo sabrá, toda llena de curiosidad se lo prometí, además me pedio que me dejaría hacer lo que él quisiera.
    
    Dude por un momento pero le prometí que me dejaría hacer lo que él me pidiera.
    
    Estaba segura que él me pediría hacer lo mismo que yo había visto hacer a mi mama y que ella gozaba tanto.
    
    Ese día traía un vestido amplio azul, puso su mano poco arriba de mi rodilla, se acercó como nunca antes lo había hecho y me beso en la boca, intento meter su lengua pero yo lo rechace.
    
    Me miro a los ojos y me dijo muy serio, prometiste dejarte ...
    ... hacer lo que yo quisiera, baje la vista y le dije, está bien hare lo que quieras.
    
    Me levanto la cara acerco sus labios y metió su lengua en mi boca, poco a poco yo fui tocando su lengua con la mía hasta que abrasados muy fuerte en el escalón de la escalera.
    
    Nuestros cuerpos estaban más juntos como jamás lo habían estado y en lugar de sentir que nos besábamos, pensaba que nos lamiamos la boca.
    
    Empecé a sentir sin dejar de abrasarlo, que su mano poco a poco se iba acercando a mi entrepierna, hasta que con su dedo gordo sobre mi pantaleta, empezó a acariciar mi vagina.
    
    No sé cómo explicar lo que sentí, pero fue la primera vez que empecé a sentir húmeda la pantaleta de algodón que traía.
    
    Poco después puso la palma de su mano sobre mi vagina y la empezó a apachurrar, me dejo de besar y empezó a besar mi oído, me provocaba escalofríos y me hacía reaccionar con movimientos como pidiéndole que tocara con más fuerza mi vagina, que apenas empezaba a esbozar sus primeros vellos.
    
    Al oído me volvió a recordar la promesa hecha de dejarme hacer lo que él quisiera, en voz baja le pedí que continuara, no sé si desde chiquita salí puta, porque estaba gozando como me acariciaba la vagina.
    
    Poco después me dijo al oído en voz baja que me haría suya, eso me éxito más, me empecé a sentir incomoda porque se daría cuenta que mi vagina que escurría mojaba mi pantaleta.
    
    En medio de sus besos y sus caricias, le pregunte que significaba que me haría suya, él me dijo no se pero así ...
«123»