Sexo anal travestido - Relatos Eróticos

Sexo anal travestido

Hola a todos, ahora les voy a contar lo maravilloso que me sentí al estar con un hombre maduro. Todo empezó de manera casual, cuando estaba paseando en un parque, mirando la naturaleza, de repente cerca mío estaba, un hombre maduro, de buena apariencia, y sin querer entablamos una buen platica, le conté un poco de mi vida, que como era, y en que trabajaba, y después sin querer le confesé que tenía atracción por los hombres maduros, fue tan interesante que a él no le importo, mi confesión, porque lo tomo de buena manera.

Después poco a poco el empezó a contarme un poco de su vida pasada, en que trabajaba, lo que le gustaba, yo un poco tímido lo comprendía, y así decidimos conocernos un poco más, y fijamos otro encuentro en un bar cerca de casa suya, allí nos conocimos mucho más, estuvimos de acuerdo en muchas cosas, y ahí fue cuando él me dijo que también sentía atracción por los hombres pasivos, y fue cuando le dije que yo era un persona pasiva, que me gustaba vestirme de mujer en privado, y fue ahí cuando inicio nuestro romance, él me dijo que porque no vamos a casa suya que está cerca y nos conocemos un poco más, un poco nervioso le dije que sí, y fuimos juntos.

Después cuando llegamos a su departamento, sentí un calor interno, que no sé cómo explicarlo, era como una sensación de ser poseído, por aquel hombre maduro que conocí casualmente, luego abrió su armario y saco un paquete de ropa diversa, y me dijo porque no te pruebas esto que compre, me encantaría verte ...

... como te queda, lo le respondí encantado, me dirigí en baño, con la ropa, cerré, me di una buena ducha, me eche crema perfumada en todo el cuerpo, luego inicie a vestirme, cuando acabe fue tal la sorpresa mía de agrado que me sentí, como una mujer, después cuando me dirigí al dormitorio ese hombre ni me reconoció, me dijo estas maravillosa, le dije gracias, luego se acercó a mi poco a poco, me empezó a besar el hombre, muy despacio, luego paso al otro hombro, luego mi cuello, paso con su lengua, yo me sentía más caliente, de repente empecé a gemir, sin quererlo, me abrazo lentamente luego sentí su lengua húmeda y caliente en mi espalda, que bajaba poco a poco.

De repente sentí un calor interno de placer, de ser poseído, yo me volteé y le saque su ropa, y cuando quedo desnudo, me sorprendí tanto pero de gusto, vi como ese miembro pequeño, crecía, crecía, yo le dije lo puedo tocar, y le me dijo que sí, me puse de rodillas, lo toque poco a poco, inicie con la cabeza, luego sentí la sensación de besarlo y lo hice, y fue ahí cuando empecé a chuparlo, fue tan dulce, creció de tal manera que no podía metérmelo todo en mi boca porque era grande e duro, luego me dije volteate, y sentí entre mis nalgas ese miembro caldo y grande como rosaba, luego nos echamos en la cama, y continué chupando ese miembro grande e caldo, el gemía de placer, yo también gemía de gusto al sentir ese miembro de carne entre mis labios, luego el inicio a besarme las nalgas, me sentí muy mojado, sentí esa ...