1. La tetona de mi suegra 1


    Fecha: 16/01/2022, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Cowboy2022, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Llevo varios meses saliendo con una chica. Las cosas se van dando muy bien y la verdad no me quejo de nada. Yo amo a mi pareja y nunca me habría imaginado engañarla, y menos con quién menos debía, pero a veces las cosas se nos van de las manos. 
    Todo comenzó un día en el que íbamos a visitar la casa en construcción de mis suegros, de ida nos fuimos; el papá y el hermano en frente y atrás yo, mi novia y su madre...  La estadía estuvo tranquila y comimos hasta reventar, incluso por la tarde tuve más de un momento romántico con mi novia, se hizo de noche y el padre dió la orden de que nos fuéramos. Su padre era un señor muy a la antigua, nada se podía hacer cerca de el, pero aquel día todos andábamos de buenas. 
    Para la vuelta nos acomodamos igual que el regreso. Aunque no era mucha la distancia, se sentía el cambio de clima y hacia frío, su madre llevo una cobija larga que extendió nos extendió en las piernas y después de uno que otro chiste y juqueteo, mi novia me abrazo del brazo y se quedó dormida. El camino era largo y yo también moría de sueño y más por la oscuridad que se hacía entre el tráfico y los campos nada alumbrados, todos ibanmos callados. Tenía los ojos medio cerrados, cuando sentí unos dedos cerca de la rodilla, eran del lado de la mamá de mi novia, en mi pierna derecha, di un vistazo, estaba dormida, o al menos eso aparentaba. La idea de que me estuviera agarrando la verga una señora como ella me la ponía bien dura. Mi suegra era ...
    ... una señora rubia teñida de sonrisa bonita sumamente religiosa, pero con unas tetas enormes. Recordaba aquella ocasión en que me enseñó una foto en su Instagram, fotos familiares, de iglesia y de vacaciones, deslizaba el dedo de una hacia otra, y de repente se detenía en dónde salía en bikini, entonces las pude ver, un par de enormes y jugosos melones apenas cubiertos por tela azul, jamás me lo hubiera imaginado, con eso de que siempre andaba bien tapada. No entendía el por qué me mostraba sus fotos y más así, tal vez solo me quería enseñar que también tenía lo suyo, pero desde entonces me despertó el antojo por la señora tetona. 
    Con forme avanzabamos sentía su mano más y más cerca y yo estaba sumamente duro, si no fuera por la cobija, seguro que se habría notado. Sus movimientos eran bastante lentos y suaves, moría de ganas de agarrarle la mano y llevarla al lugar y lo peor era que ya empezaba a reconocer la zona y no tardabamos en llegar, me seguí haciendo tonto, no perdía la esperanza y el corazón me iba a mil, incluso empezaba a pensar que realmente estaba dormida y su mano había llegado ahí por completo error. 
    Estando a unos minutos de llegar, yo bien atento y mi novia babeandome el brazo, sus dedos llegaron a mi glande, por encima del pantalón.  Lo acaricio por un momento, como reconociendo y quitó rápidamente la mano haciéndose como que despertaba. Llegamos a casa de mi novia, todos hicimos como que despertamos y no me dijo, no le dije nada. 
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