1. Disciplina domestica: Guantes, bragas y correazos.


    Fecha: 13/01/2022, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... conmigo, era solo una mujer. No me tomé las palabras de mi madre en serio, era una nueva tontería de ella, su plan era absurdo y fracasaría por completo. Era una de las mayores tonterías que había escuchado de su boca.
    
    Unos días más tarde, llegó mi tía. Portaba una maleta que dejó en su nueva habitación y comenzó de inmediato a inspeccionar la casa. Fue la primera vez que la vía. Una mujer de 55 años, madura, pasada de peso, cuerpo voluminoso, anchas caderas, culo grande y gordo. No era pequeña, era de mi estatura y con gran envergadura debido a su peso. Pronto descubrí su carácter, comenzó a levantar la voz y gritar.
    
    -	Esta casa es un desastre, está completamente sucia, ¿no habéis limpiado nunca?, sois unos cerdos – Dijo mientras seguía inspeccionando la casa.
    
    Mi tía apoyó su bolso sobre la mesa y sacó algo de su interior. Sacó unos guantes de goma de uso doméstico, de goma gruesa hasta los codos que sirven para limpiar y fregar platos y demás enseres.  Me sorprendió, ¿quién lleva unos guantes de goma gruesos en el bolso?, está claro que solo mi tía.
    
    Comenzó a enfundarse sus guantes en sus manos. Era unos guantes amarillos de goma gruesa, hasta los codos y muy apretados, se los ajustó con dificultad. Su brazo era ancho y los guantes la encajaban con dificultad. Rechinaba la goma a medida que entraban en sus manos y brazos. Terminó de ajustarse sus guantes apretados y de inmediato se puso a limpiar la casa y ordenarla. 
    
    
    -	¡¡ Esta casa es una pocilga¡¡. Óyeme ...
    ... bien, estúpido. Quiero el salón recogido y brillante y después tu habitación. ¡¡ Se acabó el fumar, el beber y tirar todo por el suelo¡¡ - Me dijo mi tía  levantando la voz.
    
    -	Será si me da la gana. Tú no eres nadie para darme órdenes. – La contesté de inmediato. 
    
    -	Escúchame bien idiota. Solo digo las cosas una vez. Obedéceme y punto y no tendrás problemas. Las cosas van a cambiar mucho. – Me dijo furiosa por mi contestación.
    
    -	Uuufff que miedo, jajajaja ¿qué vas hacer si no obedezco? - La dije riéndome delante de ella y burlándome. 
    
    -	Castigarte severamente, estúpido – Me respondió tajantemente de forma furiosa y muy seria.
    
    -	¿ Me vas a dar unos azotitos en el culete? Jajajajaja – Comencé a reírme de ella y búrlame con tono chulesco. 
    
    -	No. ¡¡ Te romperé el culo a correazos ¡¡ Desobedece y lo comprobarás. – Me dijo severamente y empezó a limpiar la casa minuciosamente.
    
    Observé como limpiaba la casa sin parar, limpió el baño, la cocina y todo resto de suciedad enfundada en sus guantes de goma. Yo me tumbé en el sofá y encendí la televisión sin hacerla el menor caso. Ella seguía limpiando y yo holgazaneando y tirando latas de cervezas vacías al suelo. Aquello la escarmentaría y descubriría que no iba  a poder conmigo, nada iba a cambiar, se marcharía enseguida de nuestra casa. 
    
    Mi tía no se quitaba los guantes de goma para nada, limpiaba y limpiaba. Incluso llegó la hora de comer y comió con los guantes de goma puestos. Desde que llego no se los había ...
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