1. En la plataforma


    Fecha: 05/07/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ponerme nerviosa lo habías logrado. Ella se sentó al lado mío, mientras tu subías al volante, me miró fijamente y sus ojos se posaron en mi falda. No pude evitar al principio intentar taparme pero la chica tomó mi mano y me detuvo.
    
    - ¿Cómo te llamas? - me dijo.
    
    - María - dije tímidamente.
    
    - Yo soy Ana, me gustó verte bailar en la disco, tus movimientos tan sensuales - me decía al tiempo que acercaba su cara a la mía - cuando te vi sin bragas casi me corro...
    
    Y allí mismo me dio un beso. Fue la primera vez que una chica me besaba... y me gustó, al instante ya estaba follándole la boca con mi lengua, me gustaba su sabor, su suavidad. Ella tomó mis pechos entre sus manos y terminó sacándome lo poco que quedaba del top y me levantó la falda. Cada contacto era mágico, eléctrico, cada poro mío estaba sensibilizado al máximo, ni me daba cuenta que estaba en un auto avanzando con velocidad por la autopista. Lo máximo llegó cuando sus dedos tocaron mi pubis, estaba totalmente mojada, mi clítoris expectante, lo deseaba. Ella jugueteaba con una mano en mi clítoris, lo tomaba, lo apretaba suavemente, me insertaba los dedos, y con la otra me ...
    ... acariciaba los pezones que ya estaban más que duros, esto era el paraíso. Miré de reojo hacia tu lado y allí estabas no sabiendo si mirar la calle o el espejo retrovisor. Por el bulto en tus pantalones podía saber que esto realmente te estaba gustando.
    
    En ese instante sentí los labios de ella en mis pezones y me introdujo dos dedos, no pude evitar gritar sobresaltada. Esto me encantaba era fascinante, una chica sabe muy bien cómo dar placer a otra, los lugares donde tocar, los tiempos, era especial. Siguió jugando un rato con mi pubis hasta que ya estaba hecha una catarata y cuando pensé que nada más podía seguir excitándome, comenzó a follarme con la lengua. Era hermoso sentir cómo me recorría los labios, el clítoris, cómo seguía insertándome los dedos y los movía cada vez más rápidamente. Me tomaba el clítoris con la lengua, lo movía, lo apretaba, sus dedos hacían maravillas dentro mío, en un momento incluso me pareció que jugueteaba con mi ano. Ana era una amante maravillosa y no tardó en llevarme a mi primer orgasmo de esa noche, grité como una loca me sacudí en el asiento y pensé que saldría despedida del auto, era fascinante...
    
    Continuara... 
«12»