1. La historia de mi tía Alondra


    Fecha: 04/07/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, guapo. Hoy voy a platicarte cómo fue que mi hermano y mi tía Alondra consumaron una relación incestuosa que llevaban ocultando muchos años. Finalmente terminaron fornicando en el mismo cuarto donde yo "dormía" con mi primo Víctor, aquella navidad en casa de mi abuelo, de la que te hablé en mi relato anterior.
    
    Es curioso, pero mi tía Alondra es tres meses menor que yo. Su nacimiento agotó el cuerpo de mi abuela, quien a los 43 años, murió después de dar a luz, dejando a Alondra huérfana de madre. La pequeña pasó sus primeros años bajo los cuidados de la mayor de sus hermanas y mi abuelo. Desde siempre dio muestras de su excentricidad. A los ocho años escapó de casa y vivió una semana entera en una cueva perdida en el monte que rodea la extensa propiedad de mi abuelo, en las afueras de Cuilacán. En cuanto notaron su ausencia en casa, la familia y gente del pueblo organizaron brigadas de búsqueda, pero no lograron encontrarla. Y solo sabían que estaba viva por que mi tía Gregoria comenzó a notar que Alondra se metía a asaltar la cocina por las noches. Cuando finalmente dieron con la fugitiva, se dieron cuenta de que Alondra se había acostumbrado a dormir de día y vivir de noche, y además, desde su vuelta a casa, se negó a hablar absolutamente.
    
    La estuvo tratando un psiquiatra, quien luego de ayudarla a recuperar el hábito nocturno del sueño, aseguró que la solución para sacarla de su silencio, era integrarla lo antes posible a la familia de alguna de sus hermanas, ...
    ... sobre todo, si había alguna familia con niños de su edad y luego darle una vida de lo más normal. Inmediatamente mis papás propusieron que Alondra viniera a la Ciudad de México a vivir con nosotros; y una semana después, mi tía Alondra, mi hermano y yo viajábamos en el asiento trasero del auto de mi papá rumbo a nuestro primer día de clases. A la hora del recreo mi hermano se metió en una pelea con unos niños del último grado por defender a mi tía cuando comenzaron a insultarla. El cabecilla de los mocosos golpeó con fuerza a mi hermano en la cara y cuando se acercaba a él para continuar con la madriza, no se dio cuenta que a sus espaldas, mi tía lo asechaba agazapada como un cazador prehistórico en miniatura, hasta que hecha una fiera, la pequeña y muda Alondra saltó sobre el chiquillo, montándose en su espalda y aferrándose a su cabeza de tal modo que comenzó a hundir sus finos deditos en los ojos del chico, que lloraba y se retorcía en un inútil intento de quitarse de encima a la pequeña que parecía tener la fuerza de una mujer adulta.
    
    Luego de una seria plática con la directora de la escuela, quien perdonó de la expulsión a Alondra; mis papás decidieron no reprender severamente a la niña ni decirle a ninguna de mis tías lo que había pasado. Íbamos de nuevo los tres niños en el asiento trasero del auto, ahora de vuelta a casa, cuando inesperadamente en algún momento del trayecto, Alondra tomó la carita maltrecha de mi hermano y lo besó en la frente, para luego con voz ...
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