Puta de closet - Relatos Eróticos

Puta de closet

Soy una mujer madura, con un buen trabajo, felizmente casada con una bonita y buena familia  se que no debería quejarme  y  no es que lo haga pero si diré que siento que un elemento me está faltando  y es la aventura el morbo  no se el dejarse llevar por el instinto de cuando en cuando físicamente pues no seré ninguna modelo pero tampoco estoy para los perros. Son una hembra costeña piel clara con el sol y el mar recorriendo por mis venas soy fogosona  con unas tetas bastante decentes 36 C, algo linda de cara con facciones diríamos que dulces y  mi mejor arma sería  mi culo  ese si me hace sentir orgullosa  de que es motivo de comentarios y miradas entre varios hombres que conozco incluyendo uno que otro familiar y compañero de trabajo . Mi  marido es un hombre guapo de buen carácter  y en el sexo es un buen amante se esfuerza en hacerme gozar, pero como ya dije. Me falta algo  ese  no se ese calor perverso que sale de la entrepierna y se expande por todo el ser  ese algo que me haga  gozar y darle rienda suelta a la lujuria. Así transcurre mi vida entre trabajo y casa. Sofocando  estos deseos ahogando  los gemidos conteniendo los espasmos  todo igual hasta que una  tarde mientras estaba en la parte de enfrente de mi casa regando unas plantas  y lavando las ventanas escucho a mi espalda una voz masculina que me dice " Hola guapa" yo miro en dirección a donde sale esa voz y puedo ver a uno de mis vecinos  es Carlos, Carlito cómo le dicen en el barrio,  hola contesto yo, puedo ...

... ver  casi todos sus dientes  pues tiene una sonrisa  enorme en la cara  y puedo darme cuenta que sus ojos no pierden detalle de mi  por vanidad y comodidad llevo unos shorts cortitos y una blusa de tirantes que me hace ver mmmm rica como a mi me gusta , entre pláticas y risas esa tarde la paso  muy entretenida y divertida  tanto que invito a nuestro vecino  a tomar café, ya dentro de la casa seguimos platicando de todo que si los chismes del barrio que si de nuestros trabajos  etc si algo que siempre  puede darme cuenta es detectar y entender muy bien las miradas de las personas y en particular de los hombres y por su mirada me di cuenta que el vecino me tenía ganas, vamos creo que cualquier mujer sabe cuándo un hombre la mira con ojitos de verga  y el vecino no perdía detalle de mis piernas de mis tetas o de cómo me acomodo en la silla jajajajaja los hombres son tan fáciles de  leer, la verdad  yo soy una mujer hecha y derecha y estás cosas no es que me  toman desprevenida pero esa tarde su mirada  las intenciones de sus ojos o como se lamía los labios  me tenían algo turbada pero no de mal modo  nada era incómodo al contrario  me hacía sentir divertida  y algo cachonda  para ser sinceros y pues hice todo lo posible  por mostrarme receptiva  pero sin verme  regalada(las mujeres me entienden) así pasaron los minutos y la conversación se  puso  cada vez más caliente  podía  sentirlo en mi espalda un escalofrío  que se hace más y más intenso, sentí mis mejias muy calientes  y ...