aventuras - Relatos Eróticos

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... arqueaba, se espernancaba, ese celo la tenía a mil, cada que me acercaba dejaba de patear, inicié acariciando externamente su vulva, se la apretaba ligeramente para posteriormente meterle los dedos y frotar el clítoris ubicado en la parte inferior, sin embargo no hacia ningún movimiento a los ya descritos, lo hice varios minutos hasta que mi mano quedó literalmente mojada, no paré sino que continué un rato más, cada vez que le tocaba el clítoris temblaba y bajaba las ancas, en un arrebato de morbo, locura, excitación, le abrí la vulva y me puse a chupar el clítoris, se siente como el de una mujer y el sabor es parecido, estaba todo baboso, duro, algo salado, de un momento a otro inició a hacer pucheros prolongados, es curioso porque seguí dándole lengua y con la otra mano le cogía las téticas, el animal no reaccionó nada de nada y se dejaba, en un momento que me dio bien la oportunidad le atrapé el clítoris y se lo succioné, ella lo trataba de contraer pero yo no paraba de acariciarlo con la lengua, se agachó abriendo las patas se puso a temblar.
Me incorporé inmediatamente para clavarla, todo era perfecto porque quedaba más bajita de la altura de mi verga, así que me acomodé y se lo mandé hasta las guevas, inicié a darle durísimo con el mete y saca, no se necesitaba ningún lubricante porque ella misma botaba por montones, estaba en esas cuando se arqueo y boto varios chorros de orina lo cual fue muy agradable, duré unos 15 minutos hasta que de un momento a otro fui ...

... testigo del primer mito que es realidad, tuvo un orgasmo intenso y por la vulva le salía una sustancia viscosa, espesa, abundante, caliente, pegajosa, un olor particular como parecido al semen y un sabor algo amargo por me lamí los dedos, me dejo untado el pene, los testículos y las piernas, luego se calmó quedando totalmente inmóvil, por efecto del rino no tuve eyaculación así que dejé descansar a la burra. Una vez le saqué la verga le puse agua y panela, bebió bastante,  al rato retomé la clavada la burra nuevamente se puso a mil y quería que le hiciera mas cosas, pero yo quería era llegar, me bajé otro ratico a ese agujero hasta a punta de lengua y chupones notaba que el animal se volvía al revés, me subí para darle verga lo más rápido que podía,  estaba en ese mete y saca cuando volvió a llegar al igual que la vez anterior pero con compañía porque al acabar de botar ese liquido se pegó una meada prolongada y al acabar hizo unas contracciones fuertes, me hizo llegar con toda, sentía como botaba mi leche dentro de ella. Ya sin ganas saque mi verga y me fui a bañar, estaba todo pegajoso, olía a orina y burra, a la madrugada le volví a meter su culiada antes de llevarla al potrero donde estaba, el día lunes rematé con un par de cerdas de unas que se dejan montar, repito que soy muy afortunado y escribo tan solamente aquello que sea fuera de lo mismo, me queda pendiente y de este año no pasa que clave una ganza, sé porque lo digo, igualmente duré chateando con un zooamigo de ...