El taxista cachondo - Relatos Eróticos

El taxista cachondo

Después de haber cogido riquísimo con Y en la parque adoptamos la costumbre de coger cada semana regularmente, a veces en su casa luego en la mía y así; todo dependía del día y la hora en la que no había nadie para que pudiéramos pasarla bien. Yo estudia por la tarde y mi salida era alrededor de las 21:30 hr a las 22:00, cuando estábamos calientes los dos el pasaba por mi a la escuela y camino a mi casa nos debamos un buen faje, unos buenos besos, una chaqueta o una mamada rápida, sin más un ida decidimos ir por otro rumbo y tuvimos que pasar por una calle bastante solitaria y bastante oscura, en toda la calle había varios arboles que no permitían paso de mucha luz. A la mitad de la calle encontramos una pequeña banca echa de cemento completamente, procedimos a sentarnos y empezar a besarnos, metiendo mano por aquí por allá sin importar nada más; llevábamos varios minutos así cuando escuchamos que un carro se acercaba y lo más lógico fue separarnos, hacer como que platicábamos y así, lo que no pudimos ocultar fueron las vergas paradas y la cara de excitación que teníamos.