Claudia Rosales Goyas - Relatos Eróticos

Claudia Rosales Goyas

Antes de comenzar mi historia quiero decirles que soy Enfermera,  vivo en Guadalajara en la colonia Echeverría y soy muy fogosa cada vez que me penetran. 

Desde mi adolescencia fui muy deseosa por saber que se sentiría tener una verga dentro de mi vagina,  por las noches en mi cama me deseaba imaginando que me introducían la verga.  Incluso espiaba a mis hermanos cuando se bañaban  y ver sus enormes pitotes causandome un gran deseo por chuparselos y me quedaba con esas ganas.
A mis 22 años me casé y creí que mi vida sexual de pareja la disfrutaría normal pero mi esposo de nombre Jorge tiene un pene regular y me hacía el amor en corto tiempo.  En mi trabajo de Enfermera el cual es el Hospital Civil de Guadalajara,  llegué a atender a muchachos inconscientes y cuando me tocaba bañarlos, algunos estaban superdotados de su miembro y no podía evitar frotarselos hasta provocarle una ereccion y verlo grueso y enorme contrario al de mi marido.
Con los años conocí a un muchacho llamado Eduardo Rodríguez y nos hicimos Amigos.  Me trató muy amable y me acompañaba adonde yo quisiera pues mi esposo trabajaba casi todo el día.   Eduardo me llevaba a comer o me dejaba en mi casa pues vivíamos en la misma colonia.
Me comenzó a gustar por su trato hacia mí e incluso un gran deseo por tener sexo con El.  Cuando remodelé mi casa Él se ofreció a ayudarme pues aparte de ser Enfermero sabe muchos oficios como albañil pintor carpintero etc.    Ese día que llegó para comenzar a trabajar se ...

... dispuso a ponerse su ropa de trabajo mientras yo le acercaba la pintura y accesorios.   Como estábamos solos decidió cambiarse en la sala,  al quitarse su pantalón ví su boxeo y descubrí su enorme verga que aunque plácida era grande y apetecible.  Me excité tanto y le dije que aprovecharemos pues yo quería me follara .     Le baje el boxeo y comencé a chupar si verga con todo y sus huevos,  yo estaba muy prendida y mi vagina tenía ya empapada deseando tener esa derrota dentro de mí.
Me desnudé y Eduardo me tumbó sabré mi cama lamiendo mis senos y mi clítoris mientras yo gozaba, le dije ya bien caliente,  COJEME AMOR Y HAZME TU PUTA.
 Me abrió de patas y fue undiendome ese troncos,  yo disfrutaba cada centí5que me un día una y otra vez pues aparte de vergudo Eduardo es muy atractivo y eso me excitada más.   Me hizo venir de lo rico que me penetran cosa que mi esposo Jorge nunca me había hecho; me monté luego sobre el para seguir disfrutando esa verga sinigual y era toda mía.  El me decía al oído que le gustaba como mi vagina apretaba su verga.  Luego me puso a 20 uñas y seguimos cojiendo casi una hora hasta que ya no aguantó y me echó sus chorros de esperma en mi vagina.   En cuanto nos recuperamos nos pusimos la ropa y despistar que estuvimos pintando ya qué mi marido llegó a los 5 minutos y ni cuenta se dio de lo sucedido.
El tiempo que tardó Eduardo remodelando y pintando mi Casa,  yo le pagué con sexo e incluso salía ganando por recibir sus ricas verguizas.    Seguimos ...