El primero no siempre es inolvidable - Relatos Eróticos

El primero no siempre es inolvidable

Esta historia es de como conocí a Iván, el hombre que me quitó el virgo anal, cosa que me obsesionaba y deseaba hacer con Pablo, pero por su tamaño no podía, Iván era hijo de italianos igual que yo y que mi esposo pero lo conocí por badoo, y chateamos varios días y quedamos de vernos pero el vivía en otra ciudad, así que cuadre para ir y me encontró en la ésta ion del tren, nos saludamos, con un beso mejillero simple y nos fuimos en su moto, cabe decir qu e Iván era alto, rubio de ojos azules, con facha de hippie europeo, no era guapo, pero tampoco asustaba. Lo curioso es que no habíamos hablado de sexo, así que asumí qüe sólo nos conoceríamos y ya. Llegamos A una especie de taller y había unos hombres afuera que dijo eran mecánicos. Entramos a la que llamó su oficina y se sentó en su escritorio con las  piernas abiertas, me tomó de la cintura y me metió entre ellas y empezó a besarme. Yo le correspondi restregandome en su bragueta.
El saco mis pechos de la blusa y empezo a chuparlos. Rápido empece a buscar un condon en mi bolsa, pero me los había gastado.
-rayos, no hay protección! - dije sin dejar de besar su pecho y bajando le el zipper le saqué el miembro y vi que para lo alto que era lo tenia pequeño, unos catorce cm, tuve la idea fantastica y me voltee, me baje el jean y le dije
-házmelo por el culo- y  nó se hizo rogar, se puso saliva y me recosté en el escritorió mientras el  iba empujando con suavidad, hasta meterlo todo, me ardía y dolía horríblle pero me exitaba saber que era un paso para engullir la anaconda de Pablo. Iván era sumamente básico, metio y sacó como por diez minutos y se vino y ahí murió su virilidad, yo había tenido una experiencia muy decepcionante, fui a lavarme y de regreso le pedí que me llevara a la estación. Necesitaba practicar más pero no con Iván, así que volví a badoo. Pero no encontre nada bueno. Mi desquite vendría días más tarde.