LA MAMÁ DE MI NOVIA - Relatos Eróticos

LA MAMÁ DE MI NOVIA

El relato que voy a hacer es completamente verídico.  Sólo cambiaré los nombres por razones Obvias.Soy de un barrio de Argentina. Teniendo 17 años en los años 80, hacer el amor no era algo habitual ni que se consiguiese fácil. Sólo se daba con Prostitutas y muy a escondidas. La represión sexual de mi país era muy grande. No se conseguían ni revistas porno. La dictadura era sumamente estricta con todo lo que fuese porno. Pues bién. Yo estaba en quinto año del secundario y de novio con una compañera, Marcela. Los padres de Marcela trabajaban ambos, y ella estaba la mayor parte del día con su hermano y su abuela, así que a veces nos las ingeniábamos para inventar que teníamos que hacer la tarea, y nos quedábamos solos en la cocina, mientras su hermano estaba en el cole y la abuela se recostaba, podíamos hacernos unas tocadas pero siempre por encima de la ropa. A lo sumo, meterle la mano dentro del pantalón para sacarla llena de jugo de un perfume exquisito y nuevo para mí. Muchas veces, Casi siempre, me iba a masturbar al baño de abajo . Un día estábamos en plena faena, ella un poco mas excitada de lo normal, cuando de repente se abre la puerta del fondo, y entra la madre!! Traté de sacar mi mano de adentro del jean de Marcela, pero se trabó y Susana, la mamá, alcanzó a ver todo. Se hizo la distraída, saludó con un beso y comentó que había vuelto temprano porque no se sentía bién y se iba a recostar. Inmediatamente tomé mis cosas, y emprendí mi huída. Dejando a Marcela con ...

... muchas tribulaciones y temor, porque sabía que nos había visto. Los viernes a la noche yo solía ir, y comíamos pizzas caseras, hechas por Susana. Aquél viernes, me armé de coraje, y fui como siempre a las 20 horas. Toqué timbre y tardaron en abrir. Abrió Susana con una sonrisa habitual en ella y me dijo que Marcela, su hermano Pablo y Hugo el Papá, habían ido de compras. Que terdarían un poco. Volví hacia la puerta, amagando a retirarme y volver después, y me frenó. Pasá, me dijo. Sentate en el sillón. Vení. Estaba yo junto a la Hermosa y deseada madre de mi novia a solas y con un pánico de examen. Se hizo un silencio, y Susana comenzó a hablarme. Mirá, me dijo, Lo que ustedes estaban haciendo el otro día no está mal. Es normal para chicos de su edad. Pero son muy jóvenes aún para tener sexo. Espero que te quede claro. Nosotros no vamos a tolerar que Marcelita tenga sexo a tan temprana edad. Entendés? Mientras sean roces, y caricias con la ropa puesta, está todo permitido. Y si no tenés imaginación, me preguntás a mi. Con toda confianza yo te voy a orientar para que no se vivan situaciones infortunadas. Asentí con la cabeza, ella se levantó y pasamos a la cocina. Seguimos hablando del colegio, de los amigos, hasta que llegaron ellos, y como si nada, comimos y me marché.
Las palabras de Susana rebotaban en mi cabeza. Qué me habría querido decir con  aquello de "No tenés imaginación".
Aquello me turbaba. Por un lado pensaba que era por la forma de tocarla sin desnudarla, ni ...