Dos pijas familiares - Relatos Eróticos

Dos pijas familiares

Yo fui hija única hasta mis 15, mi madre inició una relación con un hombre más bien viejo, y nos mudamos con él, allí descubrí que sería hermana mayor de dos chicos a los que les pasaba unos 2 años, ambos bastante amables, no nos llevábamos mal, pero yo era una adolescente, nueva casa, nueva gente, con hormonas alteradas y una pasión que no podía saciar con nadie pues aparte era tímida, todo un coctel de mal humor constante, y así hasta que se me ocurrió que yo no necesitaba un novio, tenía hombres a mi alcance!
Cuando me arme de valor fui a su habitación y entre sin tocar, ellos compartían habitación y no me sorprendió verlos allí, lo que sí me sorprendió es que ambos estaban sentados sin pantalones y más turnándose mutuamente, quise salir por instinto pero es que no tenía mejor oportunidad, era la mejor manera de iniciar esa conversación, solo me acerque y bese a ambos en la boca, apenas un poquito, y les dije con mi mejor voz sexi si querían jugar a las ligas mayores, como si fuese una femme fatale, Roberto, el mayor se pego a mí, Carlos me abrazo por detrás, me desnudaron entre caricias y me susurraba como de duroos ponía desde la primera vez, esos chicos que eran tan amables, me cobieron sin piedad, Carlos me rompió el culto de a poco, escupió su pija y mi hoyo y dolía pero ambos me tocaban las tetas y las caderas, de hecho Roberto se arrodilló ante mi vacina y la mio, y mordisqueo todo allí, me llevaba sin detenerse hasta mi primer corrida, y entre ese placer y los ...

... besos de Carlos que me abrazaba pegándole a su torso me penetro todo, sentía sus pelota en mis nalgas y aunque dolía ya no era insoportable, en ese instante se levanta Roberto y se pega a mi por delante, me penetra de un solo empujón, su pene era ligeramente más ancho, y también dolió el desvirgue vaginal, allí empezaron a moverse al unísono, me entraba la pija de Carlos por detrás y salía la de Roberto, cuando era Roberto quien me envainaba, Carlos retrocedía en mi culo, pero me estiraba el cabello para besarme y ahogarme  on su lengua en mi boca, saqueando me cada aliento, luego la boca de Carlos mordía mis peones, y electricidad corría por mi cuerpo tan dolorosa y placenteramente que solo alcanzaba a gemir, los sentí llenarme la vacuna de semen y me volví a correr cuando sentí rebozar mi culo de semen, me dejaron llena de sus corridas pero ya sin sus penes y sentí desmayarme, me obligaron a bañarme y al salir aún desnuda me arrodillaron para que me coma sus penes, lo hice con gusto pues sabía como mamar una pija, era lo único que había hecho antes de ir por ellos, reí de lo absurda que fui al creerlo inexpertos, y me traje su semen caliente, ya luego me vestí y fui a cenar, en la cocina ellos parecían los chicos buenos que conocía, ayudaron a poner la mesa y me corrió la silla para sentarme, solo que al acomodarme, tocó ligeramente mi vientre, luego Carlos se sentó a mi lado, y jugó con mi clitoris toda velada, casi me corro mil veces, cuando subimos a dormí ellos me tenían ...