La apetitosa vulva de mi tía Liz - Relatos Eróticos

La apetitosa vulva de mi tía Liz

... eso me gustó y empecé a frotarle la erección, ahí estábamos bailando en su sala y me pidió que apagué la luz mejor para simular que era una discoteca, la oscuridad le dio el valor para ponerse cariñosa. 

Ahí me atreví a tocarle los glúteos esperando no echar a perder ese momento, como no me dijo nada ahora los apretaba  un poco mas y luego la volteó poniéndome yo detrás de ella, para que sienta en medio de su culo mi verga dura. 
Llegué a su casa a pedido de ella para que lo cuidé y ahora que ya no iba a salir a su aniversario de cólera mi tía Liz había bebido casi completa una botella de vino ella sola y se encontraba  borracha, y ahora mis manos tocaban lo que tantas veces había visto sobre su lycra y era motivo de mis visitas diarias a su casa SU VULVA. 

Y metí la mano debajo de la lycra sentí el calor de su chucha y que estaba húmeda así que la lleve a su cama sin soltarla yo iba detrás de ella sobándole con la verga en su culo y con mi mano derecha le acariciaba su chucha caliente, mi tía ahora solo gemia y repetía mi nombre diciendone que no. 

-! Ahh. ahh.. nooo.. Neyser.. ohh.. ohh.. noo sigas.. soy tu tía.. ¡

-! Si tía lo sé.. pero ahora ya no ...

... puedo parar estoy muy arrecho ¡

La eché en la cama y bajé la lycra hasta quitársela e hice a un lado su tanga y comencé a besarle su vulva con desesperación abrí sus piernas para poder meter bien mi cabeza y ahora mi tía gemia con más fuerza. 

-! Ohh.. mm.. ohh.. mm.. ohh... Adrián. quee. ricoo.. ¡

Y le quité lo que tenía puesto en la parte superior de su cuerpo y dejarla completamente desnuda para mi, ahora besaba sus tetas 
y cuello de mi tía, me quité toda mi ropa y puse mi verga dura en sus labios. 

-! Tía ahora chupelo vea como me tiene, mi tío es un imbécil por no saber cuidarla.. ¡

Mi idea funcionó al saber que ella estaba furiosa con su esposo y de cólera abrió la boca y empezó a pasar la lengua en la cabeza de mi pene para luego chuparlo con muchas ganas, yo sabía que ella estaba muy sola mucho tiempo por su propia boca cuando me lo decía cuando iba a su casa. 

-! Ahh.. sii.. ohh.. ohh.. tiaaa.. ¡

Tuve que detener la chupada tan rica que me estaba dando porque si continuaba me iba a vacear, así que ahora me eché a su lado en la cama me acomodé en posición de cucharita y fui introducíendole mi verga.. 

-! Ohh... mm.. ohh... sobrinooo.. ¡