La isla desierta - Relatos Eróticos

La isla desierta

Me llamo Armando, tengo 32 años y vivo en México y por motivos de trabajo tuve que ir a Australia por varios meses. Tenía que visitar varios lugares entre Australia y Singapure. Durante los fines de semana estaba libre y acostumbraba a irme a turistear.
Un día tomé un tour por una de las islas más alejadas, era dificil poder ir a esa zona por lo alejado y costoso, pero quería saber que sería estar una una isla desierta y super alejada de todo. Para esto, saqué 2 semanas de vacaciones, ya que el viarje 
duraría varios días. En el tour solo ibamos los de la tripulación y yo. La tripulación era de tres personas más, el capitan, un ayudante y un cocinero. Así que ibamos 4 hombres en la embarcación. Ellos al estar siempre en alta mar, tenían una piel muy
bronceada y la verdad también buena condición física. El capitán era de origen oriental y le llamabamos capitan Shih. El ayudante era de malasia y se llamaba Tony. Era con facciones chinas, pero moreno, y el cocinero se llamaba Tim y era australiano,
tipo inglés. El asunto es que ya cuando estabamos cerca de llegar, se vino una terrible tormenta, un tifón decian. El yate se hacía para todos lados y las olas eran inmensas. Nunca había visto nada así.
En la madrugada una ola volcó la nave completamente y caímos al agua sin poder ver más allá de un brazo. Todo era muy confuso y angustiante. Ahí perdí el conocimiento y solo recuerdo que en la mañana amanecí tirado en una playa todo
cubierto de arena. Había escombros por todas ...

... partes y no lograba encontrar a nadie cerca. Empecé a caminar por la playa hasta que a lo lejos ví que algo se movía. Me acerqué y era Tony. El ayudante malayo.Lo ayudé a levantarse y finalmente se
pudo incorporar. Pasado un rato que estuvimos caminando desistimos de encontrar a alguien más. Parece que el capitan y el cocinero habían muerto.
Recogimos todas las cosas que pudimos y la acercamos a tierra firme, con la intensión de hacer un refugio. Así, con puros pedazos de la nave, logramos hacer un refugio para guarecernos de la lluvia. Los siguientes días, estuvimos recorriendo la isla en busca 
de comida y agua. Por suerte, había un río cerca con bastante agua y vimos varios animales. Unos cerdos salvajes, palomas y otras aves que la verdad no se como se llaman.
Empezamos a organizarnos conforme pasaron los días y logramos dividirnos las tareas, para conseguir leña, agua  y comida. A los pocos meses ya habíamos perdido toda esperanza de ser rescatados.Fuimos teniendo una gran amistad.
Hablamos mucho y la verdad es que la pasabamos bien. Ambos vivíamos en el mismo refugio que habíamos construido, pero la verdad es que ya nos estabamos poniendo un poco temperamentales por la falta de sexo y la falta de privacidad por 
las noches para masturbarnos tranquilamente. Por lo que decidimos construir un nuevo refugio para que cada cual tuviera el suyo. Así lo hicimos y rifamos quien se quedaba y quien se iba.
A mi me tocó el nuevo refugio, por lo que me fue a mi nueva casa muy ...