1. Un fin de semana de mucho placer (2/2)


    Fecha: 21/08/2023, Categorías: Sexo Oral Autor: John18, Fuente: CuentoRelatos

    ... besarnos. Sentir las líneas de su cuerpo completamente mojado era delicioso. Tomé el jabón y empecé a cubrir de espuma su cuerpo suave para sentir mis manos fluyendo y resbalando por su escultural figura.
    
    Tomó mi verga con una de sus manos y empezó a acariciarme el pene, los testículos, mientras que con su otra mano acariciaba mis nalgas. Nuestras respiraciones era agitadas, nuestras lenguas jugueteaban entre ellas y mis manos no hacían más que tocar cada rincón de su cuerpo. Desplacé mis manos en las mismas direcciones que ella y puse una en la entrada de su vagina y la otra bajo de su culo. Acariciaba su ano y clítoris simultáneamente y ella iba liberando gemidos tenues y risas nerviosas. Introduje uno de mis dedos por cada una de sus entradas, lentamente, mientras que sus risas iban cediendo a pequeñas expresiones de placer. Ahora dos dedos.
    
    Cuando ya los dos estábamos totalmente entregados al momento, la tomé por los hombros y la puse de espaldas a mi, tomé mi verga con la mano y la introduje suavemente por su ano. Era una sensación irreal. El agua seguía cayendo sobre nuestros cuerpos. Sus gemidos se volvían intensos, estimulantes. Estaba destrozando ese culo perfecto y con mis dedos seguía jugueteando su clítoris, disfrutando con su vagina.
    
    -No te detengas, por favor, sigue así, dame más, un poco más.
    
    Justo en el clímax me acerqué a su oído le dije en voz baja, casi imperceptible, "¿Bailas? / Cenicienta de porcelana...". Sus gemidos subieron de intensidad y ...
    ... con su voz doblegada dijo !si, si, si! hasta que pegó un lago y profundo ¡síii! que resonó en medio del ruido del agua.
    
    Empezamos a reír y ella apenas podía sostenerse en pie, rodeada por mis brazos que la mantenían pegada a mi cuerpo. Su risa era irreconocible para mi, llena de felicidad, totalmente desahogada y sin decoro. Abrió los ojos y su mirada tenía un brillo imponente. Poco a poco fue retomando la respiración y la ayudé a secar su cuerpo.
    
    Salimos del baño y le ofrecí una rebanada de pizza para reponer energías, aceptó y me preguntó si tenía agua o una taza de té, le pedí que se vistiera y le dije que iría a conseguirle el té de su preferencia. Quedamos en vernos en un rato más en el pequeño comedor que tenía en el departamento y cuando iba a salir me alcanzó, me tomó del brazo, me giró y me abrazó:
    
    -Nunca me habían cogido por el culo, siempre lo evité.
    
    -¿Evitabas el oral y nunca te habían dado por el culo?, no lo creo, viviste en pareja por un tiempo y muchos tipos te desean.
    
    -Sí, lo sé, pero en verdad nadie sabe comer el coño y cuando intentaban cogerme por el culo me dolía. Tú eres igual de pésimo, pero al menos me caes bien.
    
    Empezamos a reírnos y le dije que no debía quejarse, que seguro era la primera vez que alguien le cantaba "Cenicienta de porcelana" bajo la regadera. Todo era alegría y felicidad en aquel momento.
    
    Acordamos salir los dos por provisiones para el resto del día (aunque ninguno hablaba de terminar el encuentro o de tener algún ...
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