1. Fey, la mesera de un culo divino: Su primera vez


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... llegar a mi segundo polvo. Rico, pero no tan potente como el primero. Nos aseamos y regresamos a la cama donde tuvimos que cambiar las sabanas.
    
    Nos relajamos por unos treinta minutos y Fey se ha puesto una camisa que ocupa como piyama y se recuesta por sobre mi pecho. Tengo en la mente que me quiero coger este culo… no lo podía dejar escapar y más que todo que Fey me ha dicho que está dispuesta a todo… que no me dirá no a nada. Juego con mis dedos sobándole el clítoris y con sus mismos jugos vaginales también aprovecho para dilatar y lubricar su ano. Creo que intuyo lo que quiero, pero ella quiere escucharlo de mi y me lo pregunta: ¿Qué te pasa por esa mente?
    
    Se lo dije como lo pensé, pues ya para esta hora éramos el uno para el otro y se lo pedí: Quiero cogerme tu culo y darte de perrito afuera en el patio. – El patio está encerrado y había dos sillas elevadas como las que ponen en las cantinas o bares y también había una que se doblaba y se hacía como cama, como las que ponen en las piscinas y la cual tenía una especie de colchón. Me tomó de la mano y como quien dirige a un niño, me llevó hasta el patio, apagando la luz que lo iluminaba.
    
    Le pedí que se sentara en las sillas elevadas y ella intuyó mi intención, pues se sentó al contrario de cómo regularmente uno debe sentarse, dejando expuesto su rico culo casi en el aire. Ver esa curva es divino, especialmente cuando le subí esa camisa que le llegaba hasta las rodillas. Su ojete lo había dilatado con mis dedos y ...
    ... lubricado con sus jugos, pero yo también se lo lubricaba con mi líquido pre seminal.
    
    Estuve pasando mi verga de arriba abajo, algunas veces amenazaba con hundírselo y solo gemía quizá porque ella lo vivía ya en su imaginación y así juegue con ese culo por largos minutos. En un momento supo que se lo iba a penetrar, pues se acomodó e incluso con sus manos se abrió las nalgas y se quitó totalmente su camisa. Su ojete me rechazó la verga en innumerables ocasiones, pero en cada intento se sostenía un poco más hasta que al pasar de los minutos, mi cabeza quedaba clavada en su ano. Solo gimió y me dijo: ¡Ve despacio…esto no es lo usual para mí!
    
    Se la mantuve sin movimiento alguno para que su ojete asimilara el grosor de mi verga, pues por lo que me han dicho algunas mujeres que, si bien mi verga está bastante grande en lo largo, pero en anal hay que pensarlo, pues también es una de las más gruesas que las chicas que me he cogido han visto. Poco a poco y con mucha paciencia mis testículos chocaron con sus nalgas y ella me lo dijo: ¡Increíble! Pensé que no iba a poder con tu verga y mira la que me tocó para que me desvirgaras el culo.
    
    Realmente no creía que no hubiese tenido esa experiencia he imaginé que lo decía para hacerme sentir especial y que era una ocasión única… su primera vez. Se la mantuve insertada por largos minutos sin ningún movimiento mientras le besaba el cuello y poco a poco, lentamente comencé a sacarla y meterla. Pasamos así por unos quince minutos hasta ...
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