1. Por fin


    Fecha: 28/06/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Frente a mi domicilio acostumbra a estar un travesti que se presenta hecho un zorrón de primera.
    
    Utiliza colores llamativos como el rojo y sus aspavientos denotan clase y deseo por su parte.
    
    De siempre me ha gustado curiosear dicho mundo.
    
    He tenido autosatisfacción mientras lo veía y al final un día me decidi.
    
    Bajé , me dí dos vueltas a su alrededor y me pregunto si deseaba algo.
    
    Le dije que sí y preguntó si tenía coche.
    
    Le dije que frente a nosotros tenía mi casa y subimos.
    
    Mientras subíamos la escalera lo examiné bien .Tacón medio , lencería al aire , poca teta y buen paquete.
    
    No soy gay pero ya estaba corroído por la capacidad de sentir algo nuevo en ese lado.
    
    Al pasar la puerta de entrada , se volvió y preguntó mi interés.
    
    Le conté mi fantasía y le pedí colaboración.
    
    Me pidió una copa y charlamos .
    
    En la conversación sacó a relucir su miembro reluciente.
    
    Yo probé fortuna con el mío fuera también.
    
    Nos sentamos al lado uno de otro y nuestras manos tomaron lo del otro.
    
    Para calentar más , me besó en la boca y preguntó si quería probar.
    
    No sabía decir sí , pero él no preguntó agarró el mío , le dió cuatro sacudidas y lo chupó.
    
    Sentí volar , me tocó mis pezones y yo chupé los suyos .
    
    Ya estaba fuera de mi y bajé a su entrepierna .
    
    Lo miré detenidamente y me atraganté.Hasta el fondo entró.
    
    Aquello era una sensación distinta .
    
    Nos masturbamos y me ofreció su ano.
    
    No podía más y lo hice .
    
    Sus jadeos me llevaron al éxtasis y luego me hizo suyo.
    
    La experiencia fue gratificante y charlamos de su trabajo y yo del mío.
    
    Le conté mis miradas desde la ventana y que me gustaba verlo.
    
    Se ofreció para ptra ocasión y nos besamos largamente.
    
    Era extraño , con aquella voz y con su lengua dentro de mi boca.
    
    Tomamos una última copa y ahora lo miro por la ventana y no me atrevo a llamarle.
    
    Mira de vez en cuando mi casa pero ccreo que no voy a repetir.
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