1. Obil, el árabe


    Fecha: 11/06/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Llevamos 12 años de convivencia y casi 10 con juegos liberales. Entiéndase como juegos liberales el hecho de haber metido una o más personas en las relaciones íntimas. No ha sido siempre el mismo, claro que no, no tiene amante fijo mi esposa, pero si hemos tenido encuentros sexuales con otras gentes. Parejas en intercambio, chicas para mi, en mis viajes y sobre todo chicos para ella, en muchas ocasiones con mi presencia.
    
    Lo hemos hecho en muchos sitios, en nuestra casa, en moteles, en casa de la tercera personal, en parques, en playas, en fin, que procuramos tener una vida sexual de lo más amena que podemos imaginar. Pocos límites, mucho diálogo y sobre todo ausencia total de secretos entre nosotros, en el tema sexual, ni los más íntimos pensamientos deben quedar ocultos, sino siempre puede surgir la duda de si se obra bien o queda lugar a una doble interpretación.
    
    Nos contamos nuestras fantasías, lo que nos gustaría hacer, lo que nos gustaría que hiciera la otra parte en un momento determinado. Entre estas fantasías, le comenté una vez que me gustaría verla con un negro o con un moro. La verdad, no le causó gran entusiasmo, por lo que dejé pasar un tiempo antes de volver a comentar el tema. Pero en mi mente estaba siempre presente, era una de mis fantasías el verla con uno de otra raza, y sobre todo, una de esas dos que he mencionado. No por el tamaño, sino por las historias que me contaba la gente que habían tenido encuentros ocasionales con ellos. Eso sí, buscar con ...
    ... atención, gente educada, culta, que la hay y que sepa estar y ser responsable en una situación como esta.
    
    En los distintos canales de temática liberal he hablado con gente que ha tenido contactos con chicos de las dos razas, he hablado con maridos y con esposas. Los primeros tienen una visión más idealizada, las mujeres mucho más realista, pero me hice una composición de lugar lo suficientemente amplia como para tomar la decisión de plantearle a mi esposa el tipo de hombre que me gustaría buscarle para una ocasión especial y solo una vez. Sin repetición a no ser que ella pidiera volver, pero entendía que era más una fantasía mía que suya.
    
    Una noche, estábamos follando, ella debajo, con el culo para arriba, yo encima, acariciándole la nuca y hablándole al oído, diciéndole lo buena que estaba, lo bien que follaba en esa posición. Folla como un ángel en todas, pero en esta es espectacular como mueve el culo. Hace que a uno le lleguen las oleadas de placer desde la punta de la polla hasta la punta del pelo más alto de la cabeza. Estando en esa posición y hablando de lo zorra que es, de lo mucho que le gusta una polla dentro del coño, le hablé de una aventura extraordinaria, en la que yo le buscaría el macho y le informaría de todos los detalles que ella quisiera saber, pero no lo conocería hasta la noche que quedáramos con él para irnos a un motel. Estaba excitada, pero el hecho de una propuesta de este tipo, le hizo subir unas cuantas pulsaciones el corazón, sus suspiros ...
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