1. Sexo con un colega recién conocido


    Fecha: 28/05/2023, Categorías: Anal Autor: Mulkuexe, Fuente: CuentoRelatos

    ... caliente, él me tomo de las caderas con fuerza para no dejarme mover, sentía su glande latiendo en las paredes de mi vagina, sentí que podía succionarlo y dejé que lo disfrutara un instante, luego empecé a moverme lentamente, dejando salir casi por completo su verga para después meterla nuevamente con lentitud, sus manos apretaban mis senos y pellizcaban mis pezones, estaban tan duros como no recuerdo haberlos tenido nunca, esas manos viajaban de mis pechos a mi clítoris, a mis labios, a mis espalda y nalgas y así pasaron varios minutos, donde solo nuestros gemidos y el chasquido húmedo de mi sexo eran la música ambiental.
    
    Estaba cerca de terminar de nuevo, pero aun quería sentir el lado salvaje de mi colega, gire levemente mi rostro y le susurré “tómame como a una puta”…
    
    Me levantó de un solo impulso y me arrojó a la cama quedando de rodillas con las cara hundida en la sabana, me tomó de la cintura y pego sus labios a mi chocho empapado de nuestros jugos, metió ávidamente su lengua y recorrido cada pliegue de mi vulva, luego dedico unos segundos a mi estrecho ano, esto último me hizo erizar totalmente ya que nunca me habían tocado de esa manera. Se puso tras de mi con su miembro como una lanza y me penetro de un golpe y siguió adentro y afuera en un ritmo frenético, estaba muy caliente y sentía mis fluidos deslizarse por el interior de mis muslos temblorosos, me aferraba a la sabana con manos y dientes mientras era castigada por mi amante…
    
    Después me encontré ...
    ... acostada boca arriba con él dándome placer de pie entre mis piernas, sentía cada embestida agitar todo mi cuerpo, amasaba mis senos y yo lo acompañaba tomada de sus manos, estaba tan excitada que mis gemidos eran ya gritos de placer que seguro se pian en todo el hotel.
    
    No sé cuántas veces había llegado al orgasmo y si fue uno solo que se prolongó, pero estaba en el cielo de la lujuria penetrada salvajemente por un casi desconocido del que solo sabía que quería que terminara en mí, le pedí que se acostara para cabalgarlo como a un potro salvaje, me subí sobre el apoyada en su pecho y deje que su verga se abriera paso a mi interior, lo que no fue nada difícil ya que estaba muy mojada y dilatada, una vez tuve todo su pene adentro me recosté sobre él para besarlo tiernamente mientras mis caderas bailaban un ritmo muy lento y sensual, fui aumentando la intensidad de mis besos a la medida que mis caderas se movían con más rapidez, sentía cada vez más gruesa su verga y sabía que pronto me llenaría de su éxtasis, pero quería algo más, esta es una noche que nunca se repetirá, me dije, así que con mi mano tome su pene y lo puse en la entrada de mi estrecho pero necesitado culo, lo fui empujando con suavidad y él como un caballero que es, dejo todo el control para mí, milímetro a milímetro sentía como me entraba y cada centímetro me mataba de dolor, pero el dolor era poco comparado con el placer que me producía sentirme sometida por él, así que no me detuve, seguí insertando su duro pene ...