1. Aquella tarde con mi tía Isabel


    Fecha: 26/05/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    Aquella tarde llegue a casa de mi tía Isabel, había quedado con mi primo para para ir al parque a echar unas canastas, al entrar en casa de mi tía me dice que él había salido con su chica y que le parece que tenían para rato ya que estaban discutiendo y en eso de la reconciliación seguro se demoraba. Vaya contratiempo pensé yo, ya que no tenía planes para esa tarde.
    
    -Bueno tía -le dije- pues nada me iré a ver qué hago con mi vida ya que yo también he discutido con mi chica y no quería verla hoy.
    
    -Pues quédate un rato -me dice mi tía y conversamos un poco, así me haces compañía hasta que venga tu primo, claro si deseas.
    
    -Bueno -le dije y le pedí permiso para ir al baño.
    
    Al entrar vi que había ropa sobre la tapa del váter parece que mi tía recién había salido de la ducha, me acerque a ver solo por curiosidad. Debo decir que mi tía es una mujer de unos 40 años, divorciada, ella se divorció de mi tío carnal hace ya muchos años, muy simpática, de piel blanca, cabellos dorados, ojos muy claros, un cuerpo ni flaca ni gorga, ya que solo tuvieron un hijo y ya es mayor de edad y lo mejor de todo es que tiene un culo muy duro y grande, la he visto en shorts muy pequeños y tiene bonitas piernas, de pechos no está bien equipada, pero son bien bonitos, medianos diría yo, pero bien, a ver con que me encontraba.
    
    Lo primero que vi fue un brasier color blanco, bueno dije nada fuera de lo normal. Debajo de eso me encontré con una braguita color roja, a los costados tenía dos ...
    ... tiras y la parte que va adelante o sea en la cuca, tenía una maya y bordada llevaba una rosita, la parte de atrás solo llevaba una tela muy delgada, mas gruesita que un hilo, uff eso me puso a mil y por instinto me lleve la braguita a la nariz, lo olía, y aun olía a su piel, a su cuerpo, aún tenía su olor, que erección que me causo eso.
    
    Dejé las cosas como estaban, tire de la cadena, me lave las manos y la cara, no quería que sintiera que habría olido sus prendas y salí, la verdad me había puesto muy excitado aquella prenda, sali del baño y la vi tirada sobre el sofá, tratando de masajear su cuello con sus propias manos a lo que le pregunté qué hacía.
    
    Yo: ¿tía que haces? te quieres ahorcar
    
    Ella: oh no, ja ja ja me quería frotar el cuello, pero así es un poco difícil
    
    Yo: si gustas te ayudo, no creo que sea algo complicado
    
    Ella: no te preocupes, ya le diré a tu primo cuando venga que me frote una crema.
    
    Yo: insisto tía, no es ningún problema (verla tirada sobre el sofá y el culo que le marcaba la falda, habia que intentarlo)
    
    Ella: bueno ya que te ofreces, venga
    
    Yo: así espero al primo y te ayudo.
    
    Y se volvió a tirar sobre el sofá, dejando a mi vista tremendo culo. Le pedí que sería mejor si se sacaba la blusa que llevaba puesta así podría masajearle la espalda, al principio lo dudo un poco, pero acepto, se sacó la blusa y solo se quedó en brasier, bueno no creo que te asustes me dijo ella si me vez la espalda casi desnuda y echo a reír yo estaba ...
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