1. Madre hot: En el hospital (2)


    Fecha: 24/05/2023, Categorías: Primera Vez Autor: Alexandre, Fuente: CuentoRelatos

    La estancia de Edu y su novia Bea se prolongaba. La recuperación era lenta, sobre todo para mi tío; ella seguía con sus lagunas de memoria, un brazo escayolado y poco más. Cómo se aliviaba de sus calenturas Edu, al tener ambos brazos impedidos, no lo sabía. Pero lo que estaba claro es que vaciaba con frecuencia sus contundentes pelotas porque durante mis visitas no volvió a insinuarme que la facilitase un pajote, y las veces que le ayudé a orinar la polla la tenía razonablemente desactivada, morcillona, pero sin llegar a la erección. "Habrá liado a alguna enfermera", pensé.
    
    No tardé en saber que la "buena samaritana" era mi madre. Debí suponerlo. Últimamente me obligaba a quedarme en casa a ayudar a hacer los deberes escolares a mi hermana o bien insistía a mi padre que "el mejor sitio donde podía estar Álex era en el garaje, aprendiendo cómo llevar en un futuro la empresa". Pero una tarde en que se empeñó en ir de compras -ya quedó dicho que su mejor afición era dilapidar en caprichos el dinero de papá- y de paso hacerse un tatoo o colocarse un pircing, no recuerdo exactamente, me mandó a mí a hacer compañía al tío Edu.
    
    Cuando llegué al hospital estaba montado un buen tiberio en la habitación. El biombo estaba retirado y Bea, llorando a moco tendido, abroncaba a Edu con un hilo de voz casi imperceptible. Al parecer, llevaba desde el día anterior afeando a grito pelado el comportamiento de su novio. Insultos y amenazas de todo tipo que no cesaron cuando yo entré en el ...
    ... cuarto.
    
    -¿Pero qué pasa aquí? - inquirí.
    
    -Pregúntaselo al cabrón de tu tío -me contestó la rubia de bote desgañitándose hasta lograr asustarme.
    
    -No le hagas caso, Álex, que es una loca histérica -respondió Edu.
    
    -Loca de placer sí estaba ayer la puta de tu madre -me espetó Bea.
    
    No fui capaz de reaccionar. Se hizo un gran silencio. Al poco la muchacha continuó.
    
    -Ayer los sorprendí mientras tu madre le estaba haciendo una mamada a este hijo de puta.
    
    -Estabas medio dormida, cariño -le respondió Edu-. Son imaginaciones tuyas.
    
    -También son imaginaciones mías cuando al ser descubierta tu cuñada escapó como una perra aún con tu lefada en la boca.
    
    Aquello no tenía solución. Yo seguía callado, simulando sorpresa y enojo, aunque en el fondo estaba convencido de que lo que contaba la Barbie era bien cierto. Llamó puta a mi madre y eso era motivo más que suficiente para darle un par de ostias a la individua y quedar como un buen hijo. No lo hice porque sabía que la muchacha estaba en un error. Mamá no era una puta, ¡era una reputa!
    
    -Esto vamos a arreglarlo civilizadamente, princesa -suavizó el tono Edu.
    
    -Sí. Esto se va a arreglar cuando se lo cuente a tu hermano.
    
    -¡Por Dios, Bea, no destroces una familia con lo que a lo mejor solo son imaginaciones tuyas! -supliqué.
    
    -¿Imaginaciones? La muy zorra con toda la pija en la boca, lamiéndole glande y pelotas como si no hubiese un mañana, mientras este cabrón se cubría con la almohada para que yo no escuchase ...
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