La mujer de la limpieza - Relatos Eróticos

La mujer de la limpieza

Me llamo Antonio. 40 años, casado con tres hijos. Soy abogado y tengo un despacho en un edificio de oficinas de Madrid. En mi despacho tengo una secretaria, una chica muy eficiente, educada y elegante y un abogado joven para los casos menores.

Me va bien, tengo buenos clientes, manejo dinero, estoy de buen ver y aunque estoy casado tengo a veces mis aventuras. Mi mujer es funcionaria y la verdad que cuida más a los hijos que yo. Tiene su trabajo de 8 a 3 y a mí a veces me dan las 10 de la noche en el despacho, o las 12 en cenas o tomando una caña con temas de trabajo. Mi mujer entiende que en mi trabajo hay que relacionarse.

Tenemos una chica de la limpieza en el edificio de oficinas muy eficiente y muy simpática. No es vistosa pero siempre está con la sonrisa en la cara y siempre contenta. Eso le hace caer bien y parecer más atractiva de lo que es ( que no es mucho ). La describo con todo mi cariño. Pelo corto, morena, bajita, gordita, de unos 25 a 30 años, y va vestida siempre como una monja. Pantalón vaquero negro, camisa blanca y un jersey también negro. Zapatillas deportivas. Es la anti lujuria porque es como un camionero pero con tetas. Nunca se pone algo más sexi o un maquillaje, nada. Eso si es alegre y una boca y unos morritos dignos de fantasear.

Lleva 3 años en el edificio y yo siempre soy educado con ella. Siempre cuando la veo le saludo, le sonrío y le doy las gracias por todo. Ella siempre me sonríe y veo que le gusta hablar conmigo. Yo soy educado ...

... con todo el mundo. Con ella también. Antes estaba una señora mayor muy seria y ya se jubiló.

Se llama Ana y la verdad es que nada se de su vida privada ni me importa. Ni si tiene novio o está casada. Ella viene todos los días 4 horas de 16 a 20 horas por una empresa de limpieza para el portal, escaleras, baños de cada planta etc. y luego se que trabaja en hostelería las otras 4 horas porque a veces comenta cuando se va que sigue trabajando.

Una tarde de calor volvía al despacho sobre las 7 de la tarde y estaba Ana en mi planta limpiando.

Le digo: Buenas tardes….

Buenas tardes, me contesta, toda sonriente.

Voy abriendo la puerta de mi despacho ya que a esa hora ya no suele estar nadie ya. Volvía yo para terminar de preparar un juicio que tenía mañana.

Y le digo: Ay, mi niña, siempre sonriendo. Eso me encanta y te hace ser guapa, guapa.

Y me dice: de verdad lo piensa así ? Es el primer hombre que me dice eso, que estoy guapa.

Yo sé que no soy un bellezón y además no logro bajar de peso. Así que me hace estar muy acomplejada. Usted me alegra los días cuando le veo. De verdad. Y se me acerca hasta mi puerta muy cerca de mí con la mopa en la mano. Gracias me dice.

Ana, tú eres muy atractiva. Así que nada de complejos. Que no me entere yo jejejeje…

Eso Don Antonio, gracias. Estar con Usted un rato hace que una se sienta como una reina.

Al final hago ademan de despedirme y entro en mi hall del despacho, enciendo la luz y amago con ir cerrando la ...