1. Cuando cae la noche


    Fecha: 19/05/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Al igual que todos los días me dispuse a darme una ducha, cené y me fui a la cama, unos minutos después llego él, me beso tiernamente el hombro y deslizo su mano por mi cintura, toco mi abdomen, volvió a subir lentamente y con la punta de sus dedos acaricio mis caderas; en ese momento me doy vuelta lentamente y lo miro a los ojos, lo beso tiernamente en los labios y dejo que mi mano recorra todo el dorso de su cara, hasta llegar a su mentón, él me mira directamente a los ojos tratando de no perderse ninguna de las expresiones que hacia al observar sus ojos, sus labios y su piel, estaba fascinada.
    
    Rápidamente me toma por las caderas y me sienta en el medio de la cama, él se incorpora y se sienta en frente de mí, y solo me observa, me sentía embriagada por su perfume, me resultaba sumamente familiar, pero no podía recordar donde lo había percibido con anterioridad; el seguía mirándome atentamente pero no se movía, no lograba entender que pasaba.
    
    Por que no me tocaba? no era deseable para él?
    
    Comencé a ponerme nerviosa, pensé para mi interior que debía hacer algo, deseaba a ese hombre como jamás lo había hecho antes en mi vida; sonreí lentamente con la mirada baja y comencé a subirla hasta encontrarme con sus labios, el seguía sin moverse, y yo seguía sin saber que hacer, por lo que comencé a seducirlo sutilmente, primero lo mire, volví a sonreír, retire mi cabello hacia mi espalda, dejando al descubierto mis hombros y mi cuello, deslice mi mano suavemente por el ...
    ... relieve de mi clavícula y lentamente conoce a deslizar el tirador de mi camisón, primero del lado derecho para luego hacerlo del lado izquierdo, el seguía atentamente cada uno de mis suaves movimientos, pero nada más.
    
    El camisón cayo hasta mis caderas dejando al descubierto mis pechos; en ese momento mire su rostro, y ya no era el mismo rostro sereno que me observaba hace cinco minutos atrás, se había transformado, su mirada se había vuelto oscura y cargada de lujuria; estaba consiguiendo perturbar su calma, tan solo de imaginarlo toda mi piel se erizo, mis pezones comenzaron a endurecerse y comencé a sentir como mi entrepierna se iba humedeciendo lentamente.
    
    Me aburrí de esperar por él, ágilmente le desprendí los botones de la camisa, y le acaricie su pecho, lo empuje lentamente para que se recostara; pase mi pierna sobre su pecho y me senté sobre él, haciendo que sintiera lo húmeda que estaba, preparada para que él me haga suya; en ese momento toda la calma se transformo en tempestad, levanto su cuerpo y me beso suavemente para terminar mordiéndome el labio, rápidamente me tomó por la cintura y me giro, quedando bajo su cuerpo, a merced de él y sus deseos.
    
    Retiró de mi cuerpo el camisón que había quedado sobre mis caderas y deslizo sus dedos por mi vagina, cuando percibió lo húmeda que estaba cerro lentamente los ojos y su boca se abrió formando una o perfecta, lo estaba disfrutando, y yo disfrutaba al verlo disfrutar a él.
    
    Comenzó a sacarse los pantalones, quedando ...
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