1. Chica desconocida


    Fecha: 19/05/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tal parece que supiera que eso me vuelve loco, yo sentado en la orilla de la cama comencé a masturbarme muy despacio, no quería acabar aún, mi objetivo era gozarla muchísimo más, se quitó el brasiere y pude ver sus pezones de un color particular que me incitaba a chuparlos y morderlos hasta perder la razón, quitó la tanga que traía puesta y admiré su sexo, me excité demasiado cuando noté que al quitársela un poco de sus fluidos escurrían y se estiraban por la tanga que iba bajando, ya sabía que me deseaba adentro y yo estaba sumamente erecto. Acto siguiente hizo algo que me sorprendió, sacó de un cajón de un mueble a lado de su cama 4 esposas, ya me imaginaba para que las quería, así que no perdí tiempo y esposé sus manos y pies a la cama, en esa posición podía ver su vagina tan húmeda y calientita y no resistí más, me monte sobre ella y con fuerza comencé a penetrarla, su interior estaba demasiado caliente y mojaba cada vez más y más, aparte de que con cada penetración se escuchaba como se estaba mojando. Comenzó a gemir por el placer y empecé a meterla más duro para que gritara más fuerte, no me importaba si alguien escuchaba y si lo hacían mejor, así sabrían que clase de hombre estaba teniendo sexo con esa mujer, llegó un punto donde ya no pudo gritar más y sus ojos se llenaban de fuego, en ese momento metí mis dedos en su boca diciéndole:
    
    - Chupalos, imagina que es mi verga en tu sucia boca
    
    Creí que por mi forma de hablar tal vez se molestaría, pero cambié de ...
    ... parecer al ver que ella asintía. Así que lo seguí haciendo, decidí comenzar a insultarla, hacerle ver la puta sucia que era y que solo existía para ser mi satisfacción sexual.
    
    - Mi perra, eso eres y serás, ladra perrita sucia!!! Complace a tu amo.
    
    Mi subconsciente era el que hablaba y ella sólo gemía y gritaba. Quité sus esposas y la puse en posición de 4, y la seguí metiendo. Sentí que entraba más, así que empujé mucho más fuerte que antes, sujeté sus manos en ésa posición para inmovilizarla y someterla a mí, me estaba excitando demasiado, por momentos pensé que iba a acabar dentro de ella, pero no, quería sentirla más. Continué con otra posición, la acosté boca arriba, se veía tan vulnerable a mí me mis ganas de cogerla aumentaron, tome sus tobillos y los abrí tanto como me fue posible, exponiendo sus sexo ante mí, tomé mi pene y lo metí en su interior más fuerte que antes, ahora entraba mucho más y se notaba en sus mejillas sonrojadas. Al mirar abajo noté que su vagina ya había tomado un color un poco sonrojado, debido al calor y a la excitación.
    
    - Puta pervertida, ¿Esto te excita verdad? Lo deseas, te calienta.
    
    - Amo, sometame, cojame, maltrateme, hágame su perrita sucia.
    
    Era curioso, no había escuchado su voz hasta ese momento, y ahora que la escuchaba, solo quería que me rogara más y más. Vi su sexo tan cálido y comencé a escupirlo para lubricarlo más, era obvio que le estaba gustando, después le escupí a ella y esbozó una sonrisa, así que seguí haciéndolo, la ...