1. El amante


    Fecha: 17/05/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ummm, me encantas- dijo en mi oído, y yo me olvidé de todo. De las prisas, del miedo, de los remordimientos, de mi marido y hasta de mí. Cerré los ojos suavemente sabiendo que cuando él entrara impetuoso en mí, no iba a tener más remedio que abrirlos completa y sobresaltadamente.
    
    ¿Yo con un amante? Nunca lo hubiese dicho, y en cambio hace dos meses que Héctor entró por primera vez en mi cuerpo. En mi vida había entrado antes, cuando contraté a la cuadrilla de albañiles de la que él formaba parte para que remozaran la casa de mis padres en el pueblo que me había llegado en herencia hacía unos años. Dice que se encaprichó de mí desde la primera vez que me vio; mi primera impresión no fue tan positiva, cuando le sorprendí mirándome el trasero, lejos de girar la cabeza avergonzado, me sostuvo la mirada luciendo una sonrisa fría que hasta me causó temor. De hecho, la segunda vez que visité la casa por el inminente comienzo de las obras, ni siquiera me atreví a cruzarle la mirada, y la tercera vez preferí acudir acompañada de mi marido. Quizás fue peor el remedio que la enfermedad, pues cuando Héctor lo vio, volvió a lucir esa sonrisa, como si al conocer a su rival se supiese ya vencedor. Alfonso y yo formamos una pareja estable desde hace treinta y tres años, desde que nos conocimos siendo apenas unos adolescentes. Nos casamos pocos años después, y en todo este tiempo él ha sido el único hombre de mi vida; por su parte puedo suponer que él ha tenido alguna relación esporádica, ...
    ... aventuras pasajeras, siendo siempre yo su refugio último, su estabilidad. Los roces que hayamos podido tener en todos estos años de matrimonio quedaban en nada ante el gran amor mutuo que nos profesamos, y formábamos una pareja unida en la que cada uno cede para que los dos avanzásemos juntos. Llegaron los hijos, el crecimiento profesional, abogado él, responsable de ventas en una compañía yo, la vida nos sonreía. Cuando fallecieron mis padres, llegó a mí, como parte de la herencia, la casa familiar en el pueblo del que proviene mi familia. En ese momento, dejé la situación tal y como estaba, pero ahora, unos años después, he decidido comenzar su restauración, sin prisas, para utilizarlo como lugar de veraneo ahora que nuestros hijos son mayores, y en previsión de la llegada de futuros nietos. Además, pensé, el proyecto de la casa me serviría para distraerme un poco y llenar de ocupaciones mi tiempo ahora que la casa y la familia ya no dependen tanto de mí.
    
    - ¿Taparán ese agujero, verdad?- dije inspeccionando el desarrollo de las obras. Pensaba que el capataz de la obra, que me acompañaba en la visita, permanecía a mi lado, pero al no obtener respuesta, giré la cabeza y no vi más que a Héctor que trabajaba en otro rincón de la habitación. Cuando se incorporó y vino hacia mí, pensé que soltaría una grosería sobre tapar o abrir otra clase de agujeros, pero no, simplemente dijo: claro, señora. No se preocupe que la obra va a quedar perfecta. No fue el acabado de los trabajos ...
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