1. En tiempos de toque de queda


    Fecha: 16/05/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: rikardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... muéveme el culo, te lo voy a llenar de lechecita” ahí Marcela pedio el control y se entregó a mí.
    
    La di vuelta y comencé a besar su cuello, a chuparle las tetas, luego volví a su oído y le dije “ahora chúpame la verga” y solita bajo y comenzó a soltarme el cinturón, bajo mi cierre y lo agarro como desesperada, lo chupaba exquisito con la experiencia de sus años, el glande, el tronco, los cocos, luego lo chupaba por completo, lo apretaba con la lengua uffff me tenía loco, le pedí que parara y la tome de los hombros y la invite a levantarse, la tome de la mano y la lleve hasta la mesa de la cocina, ahí comenzamos a comernos a besos con lengua mientras yo la agarraba del culo, se lo apretaba, se lo estrujaba y la apretaba contra mi falo, la di vuelta y la apoye sobre la mesa de la cocina, quedo con sus tetas apoyadas a la mesa y brazos estirados, rápidamente le baje los calzones y comencé a meterle un dedo en la concha, estaba empapada, no había nada que esperar, lo apunte y comencé a metérselo de apoco, la penetraba suavecito, ella resoplaba y hacia unos gemidos suaves desde su garganta, lentamente llague hasta la mitad, ahí la tome firme de la cintura y de un solo golpe se la ensarte hasta los cocos, comencé a culeármela como un salvaje, sin ninguna contemplación, sonaba como chocar con un charco de agua cada vez que se lo metía hasta el fondo.
    
    Fue un momento intenso de un mete y saca, con lujuria, era la señora Marcela y yo la tenía ensartada, era mía ...
    ... completamente, pare y escupí saliva a la entrada de su ano, era un manjar, lo tenía estrecho, clave mi dedo pulgar hasta adentro, lo tenía hirviendo y seguí culeándomela ahora por los dos hoyos, la agarré del pelo y arqueé su espalda, mientras la montaba como a una perra, era fantástico, hasta que no aguanté más y comencé a llenarla de mi semen, me vacié por completo y seguí con el mete y saca pero ahora despacito hasta que ella se fuese relajando. De pronto quedo tirada sobre la mesa, exhausta, casi desmallada, acaricie su pelo, su espalda, le hice mucho cariño hasta que se incorporó, la abrace un buen rato, hasta que quedo tranquila, terminamos el trago y la lleve de la mano hasta el living, la deje en un sillón y la tape con una frazada para que durmiera. Acaricié su cara y le di un beso en la frente, Marcela me miro con cara de adolescente enamorada mientras mi señora y su amiga seguían durmiendo la borrachera.
    
    La mañana siguiente baje y las desperté a las tres, les prepare desayuno y tomamos los cuatro en la terraza, conversamos y nos reímos un poco hasta que llegó la hora en que se tenían que ir. Salimos a despedirnos a la calle y se fueron en el auto de Marcela.
    
    Cuando entramos a la casa mi señora me pidió disculpas por haberse pasado de copas y por todo el trabajo que me dio a mi por su junta de amigas.
    
    Yo la abracé y le dije que no se preocupara, que hiciera junta de amigas las veces que quisiera, que le hacían bien para distraerse y que se lo merecía. 
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