Mi nuevo esclavo (Cap. 6): Colección de esclavas - Relatos Eróticos

Mi nuevo esclavo (Cap. 6): Colección de esclavas

Mientras más tiempo dejaba a mis futuras arrastradas en la incertidumbre si estarían a mi pies más me iban suplicando la oportunidad de poder tener una nueva vida siendo valoradas aunque fuera siendo esclavas. Les pregunté a que estarían dispuestas por mi y poder así estar viviendo bajo mi techo como las demás, me dijeron que estarían dispuestas a todo con tal de no regresar a su vida anterior; eso me demostró que me sería sencillo manejarlas como unas marionetas de las cuales yo movería los hilos a mi antojo.

Se me ocurrió una gran idea en la cual podría explotar la hermosa figura de mis nuevas arrastradas y con las cuales podría ganar mucho dinero, pero mientras ponía a funcionar el negocio que tenía en mente tuve a las nuevas perras para mi uso personal, serían las que tendrían que cargar los bultos cuando yo fuera de compras con alguna amistad o al super, tal vez otras veces serían las que me echaran aire en días de calor excesivo, fueran mis descansa pies o simplemente una bebida refrescante. Esa misma tarde me puse a pensar y evaluar cuál sería el negocio adecuado que me dejaría montones de ganancias aprovechando el gran físico de mis nuevas estupidas.

Lo consulté con la almohada y lo más viable para usar su cuerpo y ganar toneladas de dinero era poner un negocio de lavado de autos y a mis perras hacer que lavaran los autos únicamente usando bikini y zapatillas con tacón alto, ese atractivo era una manera de que tuviera mucha clientela masculina.

Llamé a mis ...

... nuevas perras que iban a ser mis perras privadas mientras empezaba a funcionar mi nuevo negocio el cual ellas serían las encargadas; les puse en claro que deberían comprarse todas bikinis del mismo color aparentando ser uniforme al igual que se compraran zapatillas de aguja de por lo menos 10 centímetros, así esa manera serían más atractivas a los clientes en los cuales estaría orientado el negocio. Mis nuevas perras con tal de no regresar a su antigua vida me respondieron wax “COMO USTED ORDENE SEÑORA”.

Me conecté a google y enseguida me puse a buscar locales en venta con las condiciones y requerimientos para funcionar óptimamente como un lavado de coches. Pocos días después de haber acondicionado el local, se pudo considerar terminado y pude poner una manta que decía “POR INAUGURACIÓN 10% DE DESCUENTO ESTA SEMANA”.

Gracias a esa promoción y a las atractivas mujeres que tendrían que lavar los autos el negocio tenía largas filas de autos para ser atendidos, no porque estuvieran necesitando mucho se lavados, sino que los caballeros iban por mirar el atractivo visual o mejor dicho las lavacoches, lo que me permitía cobrar más caro el lavado or el deleite de estar mirando a mis perras.

Esa semana se lavaron más coches de los que yo pensé, las colas habían sido interminables y por supuesto también las ganancias. Las perras estuvieron trabajando como mulas prácticamente sin descanso pero aún así se sentían orgullosas de haber logrado recaudar, ya que su trabajo se lo debían ...