1. Tras la jornada laboral


    Fecha: 11/04/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... medio del pasillo, y estampándote contra el armario para desabrocharte los pantalones y meterte la mano dentro de los calzoncillos. Estuve sobándote un rato, deseando mamártela cómo nunca lo había hecho hasta que me rogaste que parara.
    
    Pero te cogí de la corbata para traerte a la cama. Desabrochaste mi bata y observaste qué me había puesto debajo. Me pusiste las manos a las caderas inmediatamente, pasando tus manos por mis nalgas y acercando tu cara a mis pechos sobresalientes de las copas del sujetador.
    
    Te eché hacia atrás para quitarte los pantalones y los calzoncillos, y como una gata en celo, totalmente desesperada, me la clavé en la boca para disfrutarla. Mis labios subían y bajaban por el tronco mientras tú excitabas cada vez más. De vez en cuando, me metía todo el capullo hasta el interior de mi garganta mientras unos espasmos recorrían tu cuerpo. Cuando dejé de mamarla te hice ver que te había marcado toda la polla con el carmín de mis labios. El carmín también se me había corrido por la cara, mezclado con mi saliva y tus líquidos preseminales. Me relamí alrededor de la boca mientras te desabrochaba la camisa y te dejaba la corbata en medio, complacida de ver y tocar el pecho que tanto me gustaba.
    
    Te pedí que me lamieras el coño, necesitaba notar tu lengua probando mi excitación y tu tacto. Lo hiciste de buena gana, escupiéndome en el clítoris para hacerlo crecer y succionándolo. Me encantaba. Me excitaba y te miraba de vez en cuando, encantado de abrirme ...
    ... los labios para verlo bien e introducir tres y cuatro dedos mientras yo gemía con desesperación. Me estimulabas el culo, poniéndome lubricante y deseando metérmela de golpe. Te complací y acabé en tu boca, saboreando todo lo que pudiste. Y quería más, quería mucho más de ti.
    
    Me puse ante ti, poniéndote mi culo en la cara para que me la metieras poco a poco. Quería que me la metieras por el culo y sabía cómo de excitado te ponías. Poco a poco te acercaste, frotándomela para notar tu calor en mi agujero. La empapaste con el lubricante y acercaste el capullo a mi culo, mientras resoplabas de nuevo. Me sentía como una puta, sólo tu puta. Poco a poco la introducías más y la sacabas, y volvías a meterla mientras me agarrabas con determinación de las nalgas.
    
    Cuando tu polla notó que estaba muy abierto, empezaste a embestirme, al principio más lento y después más rápido y profundo, como un animal. Me decías que era tu puta, y me dejaba que me agarrases con fuerza de las carnes y me dieras palmadas a las nalgas mientras aumentaba mi excitación. Empezaba a perder la cabeza. Estaba notando como me llenabas por completo y te pegaste a mí para pellizcar mis pezones y tocarme mi erecto clítoris.
    
    Me cuchicheabas a la oreja que ibas a llenarme el culo con tu semen, que me saldría de dentro poco a poco... Yo te decía que continuaras follándome como una bestia, que no pararas. Tú continuabas diciéndome que era una puta, que sólo era tuya.
    
    Me separé de ti para besarte y lamerte la ...