1. Martina la española madura


    Fecha: 24/03/2023, Categorías: Lesbianas Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... mismo tiempo!
    
    M: Uh, eso, ¡eres una cría muy puta!
    
    L: ¡Ah, ah!
    
    M: ¡Córrete nena, vamos, córrete!!
    
    Cual, si se tratara de orina, mis fluidos salieron impulsados, ella con goce y gustosa probaba mi néctar, ¡el néctar que con su trabajo había conseguido sacarme!
    
    ¡El orgasmo fue muy duradero, Martina me lamia las tetas sin dejar de jugar mi clítoris, sabía que hacer para hacerme gozar y ella disfrutaba controlarme!
    
    M: Lety, ¡ha sido de lo más rico!
    
    L: ¡Uf, que rico, dios!
    
    M: ¡Vamos, es tu turno!
    
    L: Ven nena, ¡déjame lamer tus tetas!
    
    Martina se recostó mientras probaba sus duros pezones, ella gemía y era muy sensible al tacto de mi lengua, yo aproveche eso para lamer sus muslos, su cadera, su espalda, estaba probando el sudor maduro que salía de ella!
    
    Lentamente le despoje sus medias, quería probarla sin nada, ¡ella relajada y gozando se retorcía al sentir mi lengua en sus pies y subir hasta su cuello!
    
    Le di vuelta y ella boca abajo, paraba sus nalgas, ¡yo agradecía eso dándole pequeños golpes y lamiendo aquellos trozos de carne perfectos!
    
    ¡En esa pose, abriendo sus nalgas, comencé a lamer sus labios vaginales, me encantaba su vagina depilada, ella se retorcía con cada chupada y lamida!
    
    M: ¡Oh, Lety, que rico!
    
    L: ¡Sabes riquísimo!
    
    Metía y sacaba mi lengua simulando un pequeño pene, me encantaba darles pequeños golpes a sus nalgas, ¡mis manos acariciaban sus ricas piernas nunca una madura me había excitado tanto!
    
    Le di vuelta, ...
    ... ahora sus piernas abrazaban mi cuello, mi lengua seguía en el mete y saca, Martina gemía y se movía como gusano, sus quejidos me excitaban a poseerla, ¡la española paso de maestra a alumna!
    
    M: ¡Ostia! ¡Eres brutal chupando!
    
    L: ¿Te gusta?
    
    M: ¡Me encanta, seguid, seguid!
    
    Devoraba cual bestia a la vagina de Martina, le apretaba sus tetas ella gemía y lamia mis dedos, ya chupados y llenos de su saliva, los metí a su vagina y la masturbé con fuerza, ¡la movía a mi gusto mientras palpaba su delicioso interior!
    
    Nos arrodillamos en la cama y ahora nos besábamos salvaje, ¡nos devorábamos la boca a tiempo que nuestras manos masturbaban mutuamente las vaginas!
    
    ¡La sensación era fenomenal, me sentía en el cielo, no necesitaba un pene para sentir, ella me estaba llevando a otro orgasmo!
    
    M: ¡Lety, deberás que eres única!
    
    L: ¡Me encantas, vamos, devórame, hazme tuya!
    
    M: Si, ah, ¡que rico coño!
    
    L: ¡El tuyo igual!
    
    Nos entrelazamos y movíamos nuestras caderas, nuestras vaginas chocaban magnifico, la sensación era enorme, nos acariciábamos las tetas, la acosté en la cama y cual, si la estuviera penetrando, ¡me movía de tal manera que siguiera el roce de vaginas!
    
    M: ¡Muévete, ah, así, que rico, ah!!
    
    L: ¡Eso, ah, nena!
    
    M: ¡Me corro, señor, me corro!
    
    L: ¡Ah, uf, ah!!
    
    Martina se vino y el orgasmo fue maravilloso, continuaba moviéndome para hacer su orgasmo más duradero, nos besábamos con salvajismo, esa española ahora se chorreaba por el trabajo ...