1. De aquellos polvos, estos lodos


    Fecha: 24/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La historia que explico a continuación es verídica. Él y yo fuimos follamigos cuando la palabra aún ni existía, hace casi unos 15 años. Follabamos de madrugada, durante horas, hasta que el cuerpo no daba más de sí. Eramos muy jovenes pero eran unos polvos muy bestias, un sexo adictivo. Había mucha tensión sexual y mucho deseo y eso ha prevalecido por encima del paso de los años, a pesar de que cada uno tiene su pareja y su vida hecha.
    
    Ocurrió hace casi dos años, durante esos meses hubieron varias veces de hechos similares.
    
    Nos encontramos en el café de siempre, nos sentamos uno al lado del otro y empezamos a charlar de cosas totalmente normales: los trabajos y otras banalidades del día a día. Él derrepente se queda callado mirándome fijamente, eso me pone supernerviosa y hace que se me corten las palabras. Retomo como puedo la conversación y me hace un comentario sobre el pecho que me hace ese vestido, también se ocupa de que me entere que está totalmente empalmado, me empiezo a calentar, aunque con él siempre hay calentón de base, aunque no pase nada y no se diga nada. Conversamos sobre diferentes posturas que hemos visto en internet, inspiración sexual. La cosa se empieza a poner seria y le pido que me coja discretamente la mano para llevarla a su polla. La toco sobre el pantalón, está muy dura, empiezo a ponerme cada vez más, por suerte él aporta coherencia a la situación porque para mí han desaparecido el resto de comensales del bar. Paro. Me toca disimuladamente ...
    ... el pecho. Para. Esto es una tortura.
    
    Va al "WC", y yo detrás. se me acelera el pulso a lo bestia. Estoy ya supercachonda, no sé que va a pasar, si es que va a pasar algo, porque es algo que nunca sé, todas las veces que ha ocurrido me ha pillado "por sorpresa" a pesar de los precedentes. Camino tras él, va unos pasos por delante de mí y me invade la culpa durante unos segundos justo cuando le pierdo de vista al entrar en el aseo masculino. Yo me meto en el de mujeres, cierro, me apoyo en la pared "¿y ahora? ¿va a venir?" Me bajo las medias con intención de mear. Imposible, las subo de nuevo, me recoloco al vestido, paso de mirarme en el espejo, a estas alturas ¿para qué?
    
    Abro la puerta y al instante él abre la contigua, tras comprobar que no hay nadie más, viene hacia mí, entramos en el aseo femenino y cierra la puerta. Me mira profundamente y con cara de salido, me lanzo a su polla intentando desabrocharle el pantalón, me aparta para hacerlo él mismo, siempre me lo hace y siempre cedo, pero esta vez me quejo, insisto y acabo liberando yo su polla. Por fin. Le palpita, esta superdura, me encanta. No puedo estar más perdida, actuo por impulso y ya no pienso, me limito a vivir lo que está pasando. Empiezo a pajearle y a palpar sus huevos, él me abre el vestido y saca mis tetas por encima de las copas del sujetador. Las besa, las lame, las succiona, me estoy muriendo, sólo necesito que me toque más. Sin darme cuenta, gimo, me manda callar por riesgo a que nos oiga alguién y ...
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