1. El repartidor (Parte 2)


    Fecha: 21/03/2023, Categorías: Hetero Autor: Sevitxu, Fuente: CuentoRelatos

    ... mano empezó a frotarme la polla. Me miraba y sonreía.
    
    Cuando terminó, le echo agua para quitarle el jabón, se agachó y se la metió en la boca.
    
    Coño!! Me estoy empalmando otra vez.
    
    Mirándome a los ojos desde abajo me dijo.
    
    - Parece que le gusta cómo te la como y rio.
    
    Se la volvió a meter y notaba como su lengua pasaba por toda la cabeza.
    
    De repente paró se separó y riéndose me dijo dándole una palmada
    
    - Está muy tonta, toma termina de secarte.
    
    Pensé, muy tonta? Y como quieres que esté si me la estas comiendo como nadie lo ha hecho.
    
    Salió del cuarto de baño y al momento la escuché decir
    
    - Ven, estoy en el dormitorio.
    
    Al llegar la vi con el juguete que le había traído. Me dijo si me apetecía jugar con él y le pregunté que a qué se refería con lo de jugar, porque conmigo no iba eso. Ni masaje prostático ni pollas en vinagre.
    
    El dormitorio de Julia tenía un armario cuyas puertas eran espejos, espejos de cuerpo entero.
    
    Entre risas, me dijo que me sentara en el borde de la cama, ella calculó más o menos la altura y apretó la ventosa del juguete que quedó preparado para el siguiente juego.
    
    Abrió las piernas, cogió el pene y empezó a pasárselo por el coño.
    
    Yo sentado. Mirando como si se tratará de un espectáculo.
    
    Al ...
    ... agacharse aprovechó para meterse el de plástico en su coño y el mío en su boca. Era un movimiento coordinado, se metía el juguete en el coño y al mismo tiempo sacaba la polla de su boca, y al revés se metía mi polla en su boca y sacaba el juguete de su coño.
    
    Hubo un momento que se me quedó mirando, arqueo su espalda y se estremeció, juntando las piernas.
    
    Se echó en la cama y me pidió que me pajeara y me corriera en su boca. Así que sin más empecé a frotármela y cuando estuve a punto de correrme, la acerqué a su cara al mismo tiempo que ella me la cogía y sin dejar de pajearme se la metió en su boca donde descargué toda la leche.
    
    Siguió mamándomela durante unos segundos más, cuando me pregunto si me había gustado, ya no le quedaba nada de mi semen.
    
    Realmente fantástico.
    
    Descansamos un rato, ambos desnudos. Me levanté y ella estaba dormida. La contemplé desnuda. Una preciosidad.
    
    Al salir de la habitación vi el pene todavía sujeto al espejo y pensé riéndome para mí, pues una sesión follándola doblemente no estaría nada mal.
    
    Me despedí dándole un beso en el hombro y dejándole mi número de teléfono por si alguna vez quiere volver a jugar. Y si no me llama ya compraré otro juguete y un día llamaré a su timbre y le diré:
    
    -Julia Romero, un paquete. 
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