1. Mi prima se viste de novia (Capítulo 8)


    Fecha: 21/03/2023, Categorías: Incesto Autor: Usuario PsyExA, Fuente: CuentoRelatos

    Eran alrededor de las 7 de la mañana cuando me desperté escuchando llorar a Julia desde el baño. Me preocupé por un momento, hasta que salió sonriendo y dando pequeños saltos de entusiasmo.
    
    - Ya les dije a todos que nos íbamos. – me dijo, tirándose sobre la cama. Dejó su cabeza a la altura de mi pija y la besó tres veces sobre el bóxer. – Les dije que necesitaba pensar las cosas, que ninguna amiga podía acompañarme y que te convencí a vos. Y me creyeron.
    
    No sabía bien si me hablaba a mi o a la verga, pero no pude ocultar la alegría. Daba igual. Me acomodé como si iríamos a hacer un 69 y le di un lengüetazo profundo y ensalivado a su tanga. Mi prima abrió la boca y se puso el pito adentro, como si iría a morderlo. Incluso con la tela en el medio, pude sentir como jugó unos segundos con su lengua sobre el glande. Luego se paró y me dio un pico, tomándome de las mejillas.
    
    - El barco sale a las 18. Hay que estar antes. Tipo 15 salimos de acá, Rodri.
    
    8 horas me parecían una eternidad. La ansiedad también me provocaba pánico, cuando pensaba que no podía dejar que nada arruine nuestros planes. No quería arriesgarme a absolutamente nada. Pero me tranquilizó un poco el hecho de que Julia tampoco se quería arriesgar.
    
    Otra vez, casi llorando, habló por teléfono. Esta vez intuí que era con su amiga, la petera del balcón, y estaba en lo cierto. Le pidió una lista enorme de cosas que necesitaba que le traiga de la casa de su primo. Cuando cerró la puerta del baño ya no pude ...
    ... escuchar más. Pero qué carajos me importaba. Otra vez salió dando saltitos, pero ahora fue para la cocina. Puso la pava a hervir y al ratito me trajo un mate de desayuno.
    
    - ¿Te vas a hacer el bolso, pendejito? – Era la primera vez que me llamaba así y me encantaba.
    
    Me puse de pie, dejé el mate todavía lleno en la mesita del televisor y la besé tomándola de la cintura. Era estar viviendo en una película. Esas partes emotivas dónde a veces logran ponerte la piel de gallina. Julia rodeó mi cuello con sus brazos y respondió a mi beso de una forma más romántica que pasional. En nuestras lenguas teníamos el exquisito sabor de las cosas prohibidas. Tan delicioso, que de un solo soplido lograba ahuyentar todo el temor a ofender a alguien querido. Si no sería por la ropa sucia y el piso lleno de mugre que teníamos a nuestro alrededor, estoy seguro que a más de uno de ustedes se les caería una lágrima viendo esa escena siendo filmada desde arriba y una canción cursi sonando de fondo.
    
    Cerca del mediodía, llegó la amiga. Esta vez no la dejó ni entrar al edificio: la despachó en la entrada nomás. Le había traído una valija grande y otra más pequeña. Esa fue la sinapsis que le faltaba a mi cerebro para caer en que todo esto realmente estaba pasando, era real, me iba a un crucero dónde mi prima seria mi putita por 9 días. Sintiendo el pecho y el pito hinchados, empecé a seleccionar la ropa que llevaría.
    
    - Rodri, salgo un rato. No toques mi bolso, que llevo sorpresitas.
    
    No me ...
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