1. UNA NOCHE DE BORRACHERA y KARINA CON LA VERGA EN LA BOCA


    Fecha: 20/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: niebla, Fuente: RelatosEróticos

    No
    
    hay como volver a la casa en pedo, de una fiesta supuestamente familiar, recuerdo, que mi esposa Lorena, se le ocurrió volver temprano a casa, porque no recordaba si había
    
    dejado una llave para Karina, era e l tiempo en el cual cuidaban a Ivana.
    
    Volvió, y yo me quede en la casa de sus amigos, y la pase muy pero muy bien, bebí como pocos, y un montón, me saque las ganas de mirar, jugar rozar, y seguir mirando mientras comía cordero, y bebía vino tinto. Pero llego la hora de
    
    volver a la casa. Y bueno, llegue como pude a casa, y no encontraba mis llaves, pensé seriamente en dormir en mi auto.
    
    No tuve de otra que tocar timbre, pero Lorena, no bajaba ni me abría la puerta.
    
    Y no era tan noche, ni yo estaba creía tan tomado,
    
    y me apoye en la puerta a esperar que esto ocurra, mire un par de veces,
    
    el auto, no seria la primer vez que amanecería durmiendo en el.
    
    Pero escuché la puerta, las llaves destrabar la cerradura, y luego, la misma se abrió, y estaba ahí parada, con su babucha blanca,
    
    y camisa negra, con cuello de encaje o broderi, la verdad mucho en eso no me fije,
    
    estaba ahí parada, la cuidadora de Ivana, la de la noche,
    
    y me dijo, ¿entra?, y yo la quede mirando desde afuera, de la casa, y la incomodé, porque ella se sujetó el cuello de la camisa, para cubrirse, creo yo.
    
    Si, claro dije, y avance un par de pasos, y al estar frente a ella, la mire, con ojos de cordero a punto de morir,
    
    y me puse cerca de ella, seguro mis encantos ...
    ... etílicos la poseyeron,
    
    que corrió su rostro a un costado, y le mire la oreja, y sus aros, y le susurre.
    
    Andrés: es una pena, estas tan buena, pero eres tan frígida y fría, que el que se te acerque se congela…
    
    Karina: ¿fría? Si usted ni se sostiene, y me dice ¿fría?
    
    Andres: para que sepas, y la señale con el dedo
    
    Karina: con ese dedo no se puede ni tocar la nariz, haga el favor y acuéstese a dormir, sentado en la cocina, mejor
    
    A un borracho le podes decir que no se le para, pero decirle, que no puede tocarse la nariz, es una ofenda, y bueno, fue cierto, pero, hice algo mejor con mi mano,
    
    La mire fijo, y levante mi mano, en forma de
    
    garra, invertida, y se la metí con todas mis fuerzas en su entrepierna. Haciéndola ponerse en puntas de pie, tanto, que sus ojos se abrieron, muy muy grandes a la par de su boca.
    
    Karna: ¿Señor?!!! Que hace, déjeme, dejemeeeeee!!
    
    Ella me tomo de la muñeca, y se movia para ambos lados, mientras decía déjeme, y contoneaba en forma circular su cadera,
    
    y mi mano, en palma aferrada ahí, y la tela retorciéndose, le hacía un torniquete a sus labios,
    
    y casi me saca el brazo, pero, si usted hubiera estado en la misma mía, seguro lo hacía mejor, yo estaba borracho.
    
    Y con mi mano izquierda, cerré la puerta, y la tome de la nuca, y la traje
    
    hacia a mí, no fue largo el trámite, la bese, ella no habría para nada sus labios, pero, me daba igual,
    
    mi lengua la empapaba toda, y con mi mano, sin quitar mis dedos de ahí abajo, ...
«123»