1. Experiencias (III): Sexo tras la puesta de sol


    Fecha: 18/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... empezaba a excitar, quería besarle, quería sentir sus labios sobre los míos.
    
    Me di la vuelta, ahora lo tenía de cara, sus labios casi rozando los míos, los movimientos con las caderas no cesaron, sentía aquel bulto por encima de mi sexo, Pablo me abrazo fuertemente, me beso introduciendo su lengua, buscando la mía, sus manos se posaron en mi culo y empujaban hacia él, ahora sí, ahora sentí aquel bulto duro sobre mi sexo, rozándolo una y otra vez, el calor se apodero de mi interior.
    
    Pablo empezó a morder mis hombros con sus labios, deslizando las tirantas de mi vestido, con sus manos me las retiro del todo, la parte de arriba de mi vestido cayo dejando mis pechos libres para que los pudiera tocar, besarlos, lamerlos, metió su mano por debajo de mi vestido, de mis bragas, acariciaba mis labios y mi clítoris empapados por la excitación, un dedo se metió en mi interior y un gemido salió de mí a la vez que cerraba los ojos y mi cabeza caía hacia atrás, el viento volaba mi melena.
    
    Ni una palabra solo gemidos, no nos importó que nos vieran los demás, no nos importó que nos oyeran, nos tumbamos en la hierba, los besos y las caricias no cesaban, le desabroche el pantalón para liberar aquel bulto enorme que tenía entre las piernas, lo lamí suavemente, metía en mi boca solamente su glande de su enorme pene, succionándolo, veía su cara de placer, tenía el pene tremendamente grande y muy suave, lo fui metiendo despacio dentro de mi boca, lo sacaba y lo lamía entero.
    
    Le bajé ...
    ... los pantalones hasta las rodillas y me puse encima del como si fuera una amazona, le desabrochaba la camisa besándole todo su cuerpo hasta llegar a sus labios, mi cadera subía y bajaba, su pene se rozaba por toda mi vulva por encima de las bragas, estaba segura de que él tenía que sentirlas tremendamente mojadas, su lengua penetraba una y otra vez en mi boca, necesitaba más, quería sentir su pene rozando mi interior, deslizándose dentro de mí, penetrando suavemente en mi vagina, una y otra vez.
    
    Levante mi falda y me aparte un poco las bragas, guie su pene hacia mi abertura vaginal lo deje allí para que fuera entrando poco a poco, primero solo el glande luego todo el pene hasta tenerlo muy dentro, nuestra piel rozaba una y otra vez en mi interior, la tenía tan suave que me encantaba la sensación al entrar y salir, mis pechos al aire botaban en cada penetración hasta que Pablo me los cogió agarrándomelos, apretándomelos.
    
    Los dos empezamos a gemir, yo soltaba algún que otro grito pequeño cuando su pene rozaba las partes más sensibles, Pablo me sujeto con fuerza y nos hizo rodar dejándome tumbada sobre la hierba su pene seguía dentro de mí, se puso de rodillas entre mis piernas, me las abrió, me subió la pelvis y empezó a metérmela profundamente, la tenía tan grande y gorga que mi vagina se estiraba más y más para hacerla hueco, sus movimientos profundos y rápidos, mis músculos vaginales apretando contra su pene con fuerza la sensación del roce y del placer fueran extremos y ...