1. Carta del Cornudo a su Corneador


    Fecha: 18/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... eso no te culpo ni te reprocho nada. Sabía que iba a pasar y estaba mentalizado.
    
    Estoy locamente enamorado de Ana y si para tenerla a mi lado y feliz, tiene otro hombre que cubrir mis deficiencias, estaba preparado para asumirlas.
    
    El día que nos invitaron a la boda de Raquel y supe que tú ibas, me entró un escalofrío por todo el cuerpo. En las bodas se dan circunstancias especiales que provocan situaciones especiales.
    
    Las mujeres se ponen más guapas y sexis y les gusta que los hombres valoremos su atractivo. -Volvemos a la selección natural-.
    
    Ellas se pavonean delante de los machos para que se fije en ellas el macho alfa. Es así de sencillo, pero igual de real.
    
    Fue cuando en casa la vi vestida para ir a la boda cuando supe de manera cierta que ese día iba a pasar. Estaba realmente hermosa, terriblemente sexi. Llevaba un vestido negro con la espalda escotada, largo y con una raja en la pierna derecha. Unos tacones altos y un peinado espectacular.
    
    Supeque se había vestido así para mí, sino para ti.
    
    No sé cómo lo hiciste, pero conseguiste que nos pusieran en la misma mesa y curiosamente te sentaste a su derecha.
    
    Como siempre monopolizaste la conversación y todos te escuchaban atentamente y se reían con tus comentarios, sobre todo las mujeres.
    
    Pero había una que no se reía, y cuando lo hacía era una sonrisa forzada que apenas le salía del cuerpo.
    
    No tuve que fijarme mucho para saber que algo debajo del mantel estaba pasando.
    
    Esa raja del vestido ...
    ... al sentarse, te estaba descubriendo gran parte de su pierna y esa oportunidad tan cercana no la ibas a dejar pasar.
    
    Ella no paraba de resistirse discretamente, de apartar tu mano. Pero como dije antes, tú no aceptas un no.
    
    Sabías muy bien que era cuestión de tiempo que ella aceptara tu mano en su muslo. Por dos motivos, primero porque realmente ya estaba excitada y segundo por miedo a que los demás se dieran cuenta de lo que estaba pasando debajo de la mesa.
    
    Hubo un momento que ella bajo la cabeza, el pelo tapaba parte de su cara y decidí intervenir, le dije que si se encontraba bien. Ella reaccionó asustada y tú sacaste tu mano rápidamente.
    
    Cuando se acabó la cena y llegó la hora de las copas y el baile, vi que empezaste a tontear y a bailar con otras. Ana no paraba de mirarte, estaba nerviosa, no entendía que después de tocarla debajo de la mesa pasaras de ella. No sabía que provocarle celos era parte de tu estrategia, crearle ansiedad y esa ansiedad a su vez aumentaba su deseo para que cuando fueras a por ella, te la encontraras rendida.
    
    Hubo un momento cuando estaba charlando con algunos amigos que dejé de estar pendiente y fue justo en ese momento cuando os perdí de vista.
    
    Sentí celos, miedo, rabia, pero hubo un sentimiento que no tenia calculado y que no podía evitar, y fue sentirme a la vez excitado. ¿Como podía estar muerto de miedo al pensar que estarías con ella y a la vez estar excitado?
    
    Pasaban los minutos y no os encontraba. No quería que la ...