1. Evelia la cogelona


    Fecha: 18/03/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... Amo tu vagina, ¡se traga enterita mi verga!
    
    La recargué sobre la pared y la cargué, sus piernas estaban en mis brazos y ella agarrándose de mi cuello y apoyada de la pared recibía mi verga aún más dura, yo la levantaba un poco dejándola caer sobre mi lo cual era muy placentero.
    
    T: ¡Uf, que rico!!
    
    E: ¡Mi amor!! Cógeme, uhm, ah!!!
    
    Me había olvidado que estaba en el trabajo, los teléfonos de la oficina sonaban, murmullos se escuchaban y yo seguía sometiéndola a mí.
    
    Ella se reclino sobre una mesita que estaba ahí, dejándome sus nalgas bien paradas, yo preparaba la embestida, mis manos apretaban sus nalguitas y mi pene comenzó a entrar en ella como gusano en manzana.
    
    E: ¡Así, uhm, así!!
    
    T: ¿Te gusta? ¿Es tuya?
    
    E: ¡Si!!! Es mía, dámela, ¡uhm!!
    
    La ensarte casi toda, ella se mordía los labios para no gritar, la tome de la cadera y comencé a embestirla con fuerza, mis bolas chocaban en ella y el sonido era tan excitante que sabía que se oía en toda la sala de máquinas, comencé a nalguearla y a jalarle el cabello, ella se movía también y con su mano me apretaba para que no se la sacara.
    
    T: ...
    ... ¡Uf! así nena muévete!
    
    E: ¡Ah!! Lléname de ti, ah!!
    
    T: ¿La quieres bebe? quiere leche?
    
    E: ¡Si!!! ¡Dámela!!! ¡Quiero tu leche, uhm!! ¡Dame rica leche!!
    
    Mis embestidas fueron más violentas, ella también se movía deliciosamente, nuestros movimientos juntos nos elevaban al máximo, afuera se escuchaban que preguntaban por mí, mi corazón se aceleró y subí aún más la intensidad, de pronto sin más ni más ambos comenzamos avenirnos juntos.
    
    E: ¡Ah!!! ¡Si!!! ¡Bebe no pares!
    
    T: Tómala, uhm, ¡que rico!!
    
    E: Pareces manguera, ¡ah!!!
    
    Me vine dentro de ella, nuestro orgasmo fue largo tanto que me quede sordo unos minutos, al reaccionar escuche que abrieron la puerta y caminaron, no hicimos ruido solo nos movíamos como gusanos por la sensación orgásmica.
    
    Por fortuna nadie nos vio, nos vestimos rápidamente, primero salió ella, no escuche nada después lo hice yo y por suerte no había aun nadie.
    
    Ella me miro desde la parte de afuera, me mandó un beso y me sonrió, yo me recosté un poco en mi silla, ¡pensando en cuantas veces más cogería con ella y las nuevas experiencias que vendrían para mí!
    
    Tyson. 
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