1. Desde la ventana


    Fecha: 17/03/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mirón.
    
    Él había empezado a masturbarse viéndola.
    
    Acaricio su coño suavemente, introdujo dos dedos apenas unos centímetros, sintiendo la inmensa cantidad de flujo que la desbordaba por dentro.
    
    Lo repartió humedeciendo el clítoris. Necesitaba tocarse. El teléfono vibro. La estaba llamando, lo veía con el teléfono en la oreja.
    
    Descolgó.
    
    Me gusta ver como te acaricias. Tengo la polla ardiendo por ti.
    
    Eres un cerdo.
    
    Acaricia tu coño. Quiero que pienses que son mis dedos los que et están acariciando.
    
    Ahh.- Un suspiro.
    
    Mientras su mano acariciaba el clítoris, volvía a meter dos dedos para empaparlos de flujo y acariciarse de nuevo con esa sensación viscosa y caliente de su elixir.
    
    Me gustaría que fuesen mis dedos los que estuviesen dentro de tu coño.
    
    Ahh.- Otro suspiro- eres un cerdo, me estas poniendo mala.
    
    ¿Te gustaría tener dentro mi polla?
    
    Sus palabras hicieron que incrementara su excitación aún más. Se tumbo definitivamente ofreciéndole la vista de todo su cuerpo estirado. Sus tetas descansando sobre su pecho, su vientre ahora mas plano, sus muslos abiertos mostrándole a su ‘amante’ como se masturbaba.
    
    Si por favor... Métemela.
    
    Oyo un suspiro al otro lado. Al levantar la cabeza le vio ...
    ... como se masturbaba impune frente a ella.
    
    Voy a correrme... ¿Dónde quieres que lo haga?
    
    Córrete dentro de mí, quiero sentir tu semen caliente.
    
    Abrió más las piernas y aumento el ritmo de las caricias. Sentía como su estómago se encogía y estaba el límite de alcanzar el orgasmo.
    
    Fóllame.
    
    Estoy a punto de correrme cielo.
    
    Fóllame, si fóllame, córrete dentro cerdo.
    
    Levanto la cabeza mientras se lo decía para verle mientras llegaba su orgasmo. El estaba frente a la ventana sacudiendo su polla frenéticamente y de repente un chorro espeso e inmenso salió de su polla. Lo vio claramente.
    
    ME CORRO- Le grito por el teléfono.
    
    Ella sintió un espasmo en lo mas profundo de su vientre y convulsiono apretando los muslos mientras se corría como nunca. La había excitado como hacia tiempo nadie lo hacía.
    
    Unos segundos y aún seguían al teléfono, jadeantes.
    
    Ella se había cubierto con la camisa, ahora si pudorosa, él se había retirado de la ventana, seguramente estirado sobre su cama.
    
    Has sido fantástica.
    
    Tú también.
    
    ¿Repetiremos?
    
    Tal vez. - De repente su mente pensó que era una mujer casada.
    
    Si te apetece algún día. Yo seguiré mirando por la ventana si no te importa.
    
    No me importa.
    
    Adiós.
    
    Chao. 
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