1. Chupasangre esclava


    Fecha: 16/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Recibí un mensaje de mi novia, la cual quería ser recogida en la base. Me vestí, y arregle adecuadamente. Una vez vestido y preparado vi el último mensaje mandado, era un audio.
    
    –Eiji, he esperado semanas para volver a verte. Tengo ganas de follarte hasta dejarte seco.–se me escapó una sonrisa
    
    Me mandó una foto de ella en ropa interior. Mostrándome sus colmillos.
    
    Yo me levanté la camiseta y le mandé una foto mía a pecho descubierto. Para que tuviera con qué satisfacerse. Yo soy italojaponés, por lo menos en lo físico, de apariencia japonesa, pero por suerte mi miembro viril no es japonés precisamente. En realidad soy un alado mestizo, en el submundo no humano, que ha tenido la suerte de tener una novia impresionante, tampoco no muy humana. Hoy presenta definitivamente su retiro de la vida militar, algo que debió hacer hace mucho. Por suerte para mí no hubo atascos en la autovía, por lo que en veinte minutos ya estaba cerca de la base militar. Sonó el teléfono mientras estaba en un semáforo en rojo. Lo puse en manos libres.
    
    –¿Te gustó la foto, Eiji?
    
    –Claro, que si, hermosa como siempre.
    
    –Oye, ¿Cuánto te falta para llegar?
    
    –Un cuarto de hora más o menos.
    
    –Te esperaré, necesito que estés conmigo en la renuncia para darme apoyo.
    
    Al final tardé el doble en llegar por el atasco que se formó en el pueblo, y en encontrar aparcamiento. Esmeralda me esperaba fuera de la base. Yo aparqué y ella vino casi corriendo a darme un abrazo. Respondí a su abrazo, y ...
    ... nos besamos.
    
    –Has tardado mucho.
    
    –Cariño, de la base a casa hay un camino largo y no me gusta madrugar.
    
    –¿Has traído el consolador?
    
    –Está en la guantera
    
    –Cuando termine y presente mi renuncia, vamos a divertirnos mucho con él.
    
    Me llevó de la mano a la base, por lo que se podía ver los civiles podían pasar. Sin embargo tampoco podía estar por todas las instalaciones. Ella fue a presentar su renuncia, mientras yo la esperaba fuera con otros soldados. No duró mucho, fue papeleo, y despedirse de su jefe. Además, ya había preparado su maleta con sus cosas, devolvió las armas y se despidió de sus amistades. Al salir se la veía desanimada. La conocía lo suficiente para saber que ella no quería renunciar, pero decidió hacerlo por cuestión de principios.
    
    –Vámonos de aquí. Ojalá no tuviera que hacerlo.
    
    –Ya, ojalá, se lo importante que esto era para ti.
    
    –Ahora mismo solo quiero distraerme. A todo esto, ¿te hiciste una paja con la foto?
    
    –Estaba fuera, cómo iba a hacerlo.
    
    –¿Y tu?–Esmeralda sonrió
    
    –La verdad es que si, pero me gustas más como eres en realidad, tu ya me entiendes.
    
    –Cuando lleguemos a casa, podrás tenerme para ti sola.
    
    –Mi plan era no ir a casa hasta mañana.
    
    Puse mi mano en su cintura y la atraje hacia mi. Nos volvimos a besar, en la base sin ningún pudor. Con las maletas en mano, se despidió de los compañeros que se encontraba por el camino. Finalmente llegamos al coche, ella guardó las maletas, y le di las llaves. Se tomó unos ...
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