1. Cuando vives en el monte


    Fecha: 08/03/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Nuria vivía con sus padres en una carretera en plena montaña, a medio camino de la cima. Las casas más cercanas era una justo frente a la de sus padres. Ella solo volvía a casa en verano en las vacaciones de la Universidad. En esa casa no vivía nadie hasta la primavera pasada que una pareja madura la había comprado. En la última visita por las vacaciones de primavera sus padres se los presentó. Un hombre alto de pelo corto blanco y barba muy cuidada, muy musculado y con la mirada fría como el acero. La mujer muy bella con el pelo extremadamente corto con unos ojos grises y también una mirada que te atravesaba. Daban muy buen rollo y tenían mucha calidez en el trato, pero sus miradas hacían que se empequeñeciera ante ellos. Nuria sentía cuando les trató esas vacaciones que cuando hablaba con ellos se excitaba muchísimo y se quedaba como embobada mirándolos.
    
    Más arriba había un par de casas del mismo propietario. En una de ellas había un bar que servía también de ultramarinos y que vendía todos los días del año. Su padre había bajado con su madre a hacer la compra y le había ordenado que llevase al dueño de los ultramarinos una bolsa con hortalizas de las que su padre cultivaba en la huerta.
    
    Salió de casa cerrando la puerta con llave y tomó por la carretera que subía a la cima. A doscientos metros se tendría que desviar a la izquierda para rodear la ladera antes de llegar al bar. Al pasar por la casa de la pareja oyó como pequeños ruidos como de impacto a los que ...
    ... sucedían pequeños quejidos. Le pareció raro, pero le pudo su curiosidad. Entró por la puerta del cercado y rodeó la casa buscando el origen de los ruidos.
    
    Cuando dio la vuelta miró dentro del pajar que era de donde provenían los ruidos y vio como una chica de aproximadamente su edad atada a una viga del techo era azotada por la mujer del matrimonio con un látigo de aproximadamente tres metros. Su mano instintivamente fue a su cintura y entró dentro de sus shorts y su tanga buscando su sexo que empezaba a humedecerse y no precisamente por el sudor.
    
    Había empezado a acariciarse lentamente cuando alguien tapó su boca y le susurró al oído:
    
    No grites cuando te suelte pero que haces tú aquí, No te han enseñado que no se entra en propiedades ajenas. Esto es privado y esa chica te dirá que está disfrutando.
    
    La destapó la boca y Nuria no chilló, sino que se quedó hipnotizada viendo la escena donde la chica era azotada. La mujer soltó a la sumisa y ésta se dirigió donde Nuria que no salía de su asombro y completamente desnuda como estaba la abrazó y la dijo al oído: Soy sumisa y he encontrado a mis Amos hace poco y estamos encantados. He venido con mi novio que también es sumiso.
    
    Nuria giró su cabeza y vio al otro lado un chico sentado desnudo con algo metálico que tapaba su polla. La sumisa llevaba la cabeza tapada por una máscara y con la emoción y la tela, Nuria no reconoció su voz. Casualmente era la hija de los dueños del bar donde ella iba y con la que ella había ...
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