1. De ratones


    Fecha: 08/03/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... algo que había en el suelo y su cuerpo se precipitó contra el mío; la sujeté por las axilas. "Por poco me caigo", salió de sus labios, a escasos centímetros de los míos; la miré a los ojos, dulces y brillantes. De pronto, me besó. Entonces la tomé por detrás de su nuca y la acerqué hacia mí para besarnos más largamente. La humedad de sus labios me excitó tanto que tuve una poderosa erección, la cual ella seguramente notó. Acto seguido, bajé las manos hasta el faldón de su túnica y las icé; Yui no llevaba nada debajo. Saboreé sus tetas con parsimonia, deleitándome, disfrutándolas; luego, me fui agachando hasta lamer su ombligo, y su coño. Yui gimió. Me erguí y le pedí que se diese la vuelta; ella obedeció. Le pedí que se agachara como cuando lo hizo para mirar bajo el ropero; entonces, me bajé los pantalones y le metí la polla en el coño, muy hondo, hasta que no le pude ver ni el tronco; ellá gritó como una gata en celo. Follé todo lo que pude, Yui gemía y suspiraba, cada vez más sonoramente, hasta que la punta de mi polla se puso en estado de ebullición; entonces la saqué; Yui, al darse cuenta, de rodillas se dio la vuelta y, mirándome a la cara, se metió la polla en la boca y mamó. Mamó hasta que mi corrida inundó su boca.
    
    El día siguiente, a eso de las diez, después de ducharme, en ...
    ... albornoz, me asomé a un balcón de mi casa. Divisé un cartel en la casa contigua: "Se alquila". Rápidamente, fui a la cocina. Los niños ya se habían ido al colegio; Rosa preparaba un desayuno para ambos. "Rosa", empecé, "¿has visto el cartel de la casa de al lado?"; "Sí, claro"; "¿Yui?"; "Te dije que estaba de paso, esta mañana se despidió, tú dormías, Yui es escritora, ayer mismo, antes de irme de compras, la ayudé a empaquetar sus libros, tiene muchos, me dijo que estaba escribiendo una novela, sobre ratones, sobre una plaga de ratones, por supuesto que no son el coronavirus, pero son molestos", rio; "Ah", solté. Rosa preparaba tostadas, en bata de andar por casa. Me fijé en que el cordón de la bata pendía: no la llevaba atada. Me acerqué por su espalda. Las tetitas de Rosa me saludaron cuando me asomé sobre los hombros. Rodeé a Rosa con mis brazos y acaricié sus tetas; me empalmé. "Rafa", dijo Rosa, "hazme tuya, aquí". Fue decir esto Rosa y, en pocos segundos, se despojó de su bata y se quitó las braguitas; después se inclinó y, apoyando sus brazos estirados, sus manos, sobre la encimera, me ofreció su culo. "Vamos, Rafa, dame, métela en mi rajita, vamos, hasta el fondo, como ayer, vamos". "Como ayer", pensé confundido. Y vi su móvil junto al frutero; un vídeo en pausa. Y ahí me vi yo, y a Yui. 
«123»