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Sometida en el supermercado
Fecha: 03/03/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kittysumise79, Fuente: CuentoRelatos
... por un puñado de euros. Mi coño empezó a lubricar, y aunque a mí no me gustara, parecía que a mi cuerpo sí. Gemí en su boca y él me pellizcó con más fuerza que antes. —Que buena estás puta. Date la vuelta, quero probarte entera. Me giré sujetándome en la estantería y vi la cara de mi interlocutor, estaba roja, sudaba y se movía. Me parece que se estaba pajeando. El hombre trajeado me separó las nalgas y se puso a comerme el culo. Gemí más alto al notar su lengua en mi ano y los dedos frotándome el clítoris. La humedad descendía precipitándose entre mis piernas. Se puso a alternar las penetraciones entre mi coño y mi ano y cuando me tuvo dilatada y anhelante, me folló el culo. Chillé. Ya no importaba si alguien me veía. Cerré los ojos y me dejé llevar por sus embestidas. La estantería se agitaba y yo llevé una mano entre mis muslos para masturbarme. —Eso es guarra, tócate. Lo hice, claro que lo hice, inflamando mi orgasmo y el deseo de correrme. El hombre se agarró de mis tetas con demasiada fuerza, seguro que mañana tendría marcas. Volvió a tirar y retorcer mis pezones hasta que le oí aullar y noté su ...
... corrida en mi culo. Apartó mi mano y se puso a golpearme el coño hasta que no pude más y me corrí con sus palmadas. Su polla se relajó y la sacó sin dificultad. Me dio la mano para que lamiera mis flujos por los que estaba cubierta y cuando terminé me permitió que me diera la vuelta. —Eres una puta de primera. —Se subió los pantalones y se los abrochó. Tomó la botella que había dejado sobre la estantería—. A esta te invito, te la dejo pagada en la caja. Agarró mi cara y me dio un beso largo con lengua. Después se marchó dejándome sucia y medio desnuda. Con el llanto salpicando mis mejillas tomé la camisa. —No te la pongas —susurró la voz al otro lado de la línea. —Pero… —Saldrás a la calle en tetas, irás a tu coche y te masturbarás en él mientras conduces a la dirección que te dé. Obedece, o no cobrarás y colgaré este vídeo en internet. —¿Me has estado gravando? —pregunté incrédula. —Por supuesto. Ah y no olvides tu botella, te la has ganado y esto hay que celebrarlo, ahora lárgate. Cogí el teléfono y con la dignidad por los suelos me dispuse a obedecer. Espero que te guste este relato, espero tus comentarios. Miau.