1. Sandra y Mivek


    Fecha: 03/03/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... apartaba. Aquella polla no tardó en ponerse tiesa y empecé a chupar sus huevos y a metérmelos en la boca. Finalmente el negro perdió la vergüenza y sobaba mis tetas dando pequeños pellizcos a mis pezones que me estremecían.
    
    Mi marido se había bajado los pantalones y se estaba haciendo una paja el gilipollas. Mivek me puso en posición perrito, apoyada en una mesa mientras volvía a intentar meter ese pollazo en mi coño. El dolor era tremendo pero el placer era aún mayor. JODERRRRRRR……LA METISTE…….HASTA……EL…..FONDOOOOOOO.joder Mivek estás dentro de mi matriz GUAUUUUUUUU…..ME MATASSSSSS…..DE…..PLACERRRRRR Empezó a follarme en serio los ruidos y jadeos, CHOP…CHOP, AYYYYY QUE GUSTOOOOOO DIOSSSSS MIOOOO,ME VAS A MATARRRRRR. Mis gritos preocuparon a mi marido que había intuido que ese pollón no podía caber en mi coño. Así que dejó su tarea y se colocó debajo de mí, sentado en el suelo. Empezó a lamer mi pipa con el ánimo de lubricar la entrada. Realmente no hacía falta, porque mis fluidos eran intensos. Después me di cuenta de lo que realmente pretendía, porque sus lengüetazos se dirigían al pollón negro que penetraba a su mujer.
    
    Al ...
    ... negro parecía gustarle aquella situación y empezó a gemir anunciando su corrida. ME CORROOO,QUE MUJERRRRRRR TIENES CABRÓN Y QUE BLANQUITA, TOMAAAAAA….MIIIII…..LECHEEEEE ,Fue bestial. Mi coño no podía albergar su polla y su leche al mismo tiempo. Su leche rebosaba alrededor de su polla y mientras tanto mi marido saboreaba aquel líquido que realmente olía a macho. No me lo podía creer: mi marido además de ser un cornudo era un auténtico mariconazo. Pero la imagen intentando que no se le escapara ni una gota de leche del negro me puso a mil. Tuve la corrida más bestial de mi vida. Los gemidos me paralizaron las piernas y mi coño se estrechó atrapando aquella polla negra. El dolor era insoportable y el placer más inmenso todavía. Finalmente el negro sacó su polla y yo empecé a mearme de gusto en la cara de mi marido, que también disfrutaba degustando mi meada. Sin duda fue el polvo más impresionante de mi vida, hasta aquel día. Porque, como os podéis imaginar no fue la única vez que MIvek me folló. En la próxima ocasión os contaré como me convertí en la puta de aquellos negros ansiosos de hembra y como mi marido. Incluso le follarón el culo. 
«1234»